Cultura

Fallece a los 89 años el dramaturgo y crítico valenciano José Monleón

  • Figura esencial para el teatro andaluz independiente, su trayectoria resume más de seis décadas de la historia cultural de España

Ayer, a los 89 años, falleció en Madrid José Monleón. Con él, mitad intelectual, mitad hombre de acción, se van más de seis décadas de la historia teatral y social de España. Escritor, director de escena, editor y crítico teatral, sus proyectos y sus logros podrían llenar tranquilamente una docena de vidas. Porque cuando descubrió el teatro, tras una niñez de guerra en un pueblo de Valencia (Tavernes de la Valldigna, donde nació en 1927) y unos años de Derecho en la Universidad, amén de no volver a sentirse solo, como afirmaba, sus aventuras no tuvieron fin. Prueba de ello son, entre otros, el Premio Nacional de Teatro (2004), la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes (2003), la Cruz de San Jordi de la Generalitat catalana (2006) o Premio Max Honorífico (2011).

Caminando siempre fatigosamente por un problema en las piernas, apoyándose en sus amigos, o en los últimos años en su hija Ángela, José estaba literalmente en todas partes. Dirigió el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida (de 1984 a 1989), creó y dirigió el Festival Internacional Madrid Sur (1996) y en 1990 creó la Fundación Instituto del Mediterráneo, en la que han participado algunos creadores andaluces. Bajo su paraguas abatió muchas fronteras culturales y administrativas, organizando actividades teatrales en 45 países de Europa, Norte de África, Oriente Próximo y América, y favoreciendo un diálogo, incluso en situaciones bélicas.

Fecundísimo autor, enumerar sus publicaciones ensayísticas sería casi imposible (desde su debut en 1971 con Treinta años del teatro de la derecha hasta su último libro, Siglo XXI: la evolución pendiente, que se publicó en 2011), al igual que glosar su labor como crítico teatral, desarrollada en Diario 16 o, antes, en aquel reducto de libertad que fue la revista Triunfo durante el franquismo. Sin embargo, tal vez su fruto más mimado sea Primer Acto. La revista, fundada en 1957, mantiene desde entonces una reflexión permanente sobre el teatro español e internacional, con una especial atención al ámbito latinoamericano. En ella, además del trabajo de las compañías más significativas de cada momento, se ha visto reflejada la historia política y la realidad cultural de cada etapa de nuestra historia, especialmente en los últimos años de la dictadura, en los que Monleón fue uno de los actores más significativos en la defensa de la libertad. Además, cada número contiene un texto teatral inédito que contribuyó al conocimiento de obras o autores prácticamente desconocidos. Entre estos vieron la luz piezas como La Gallarda de Rafael Alberti (en 1988) o Medea Material y Paisaje con argonautas del alemán Heiner Müller.

Finalmente, sería injusto olvidar su enorme influencia en el teatro independiente andaluz. Porque fue José Monleón quien se llevó a un joven seminarista de Lebrija llamado Juan Bernabé al Festival de Nancy para que viera lo que se estaba haciendo por el mundo y el que le aconsejó que introdujera el flamenco en su obra más emblemática: Oratorio. En 1971, el Teatro Lebrijano de Bernabé triunfaba de su mano en el festival francés, con un elenco de campesinos en el que cantaba un joven llamado Salvador Távora que, al año siguiente, conmocionaría al público de Nancy con su propia compañía, La Cuadra. Desde aquel lejano 1972, Monleón ha sido uno de los mejores asesores y amigos de Távora y, junto a él, de una buena parte del teatro andaluz.

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