Cultura

El FCAT exhibe dos excelentes largos a concurso y un surtido de documentales

  • Directores y cineastas debaten además sobre el cine y la industria audiovisual del Congo · La marroquí Nezha Drissi, directora del festival de Agadir, participa en un coloquio en La Ranita

 Buenos documentales, excelentes películas de ficción en la sección a concurso y una variada muestra del cine que se ha hecho y hace en El Congo integraron el programa de ayer en el Festival de Cine Africano de Tarifa (FCAT).  

Al jamaâ (La mezquita), coproducción franco-marroquí dirigida por Daoud Aoulad-Syad, fue uno de los largometrajes a concurso exhibidos ayer. Es una comedia que fue premiada en la última edición del festival de San Sebastián. También se vio Un homme qui crie (Un hombre que grita), película coproducida en Chad con participación belga y francesa y que fue premiada en el festival de Cannes 2010. O La vie est belle (La vida es bella), un filme de la República Democrática del Congo. Mweze Ngangura, el director, ha hecho una película-espectáculo sobre la vida cotidiana en Kinshasa, capital del país. La música, tan exitosa y fundamental en la cultura africana, tiene un sitio privilegiado en esta cinta. Asimismo se proyectó Oueled Lenine (Adiós Lenin), dirigida por Nadia El Fani, que se pudo ver en el ciclo dedicado al cine y la censura en Túnez y Egipto. 

Seis documentales que participaron en el último festival de cine documental de Agadir pudieron verse también por la tarde en la biblioteca La Ranita. La directora de dicho festival, la marroquí Nezha Drissi, participó en el coloquio con el público que siguió a la proyección de sus películas.

Otro coloquio tuvo lugar por la mañana en la galería Silos, donde dos expertos introdujeron un debate sobre la situación del cine en el Congo. Intervenieron Guido Convents, historiador y antropólogo, autor de numerosos estudios sobre el cine colonial y africano; y Monique Phoba, realizadora de documentales congolesa nacida en Bélgica, productora, distribuidora y fundadora del festival de documentales y televisión en Benín.

Mucha participación del público tuvo también la sesión de cuentacuentos que el camerunés Boni Ofogo protagonizó en la pedanía tarifeña de Facinas. Ofogo llenó también la noche del lunes el hogar del pensionista de Tarifa, donde el público escuchó con mucho interés los relatos de este hombre que cautiva con la palabra.

Animadas están asimismo resultando las proyecciones para cine en familia que se hacen cada día en El Contenedor, en la Alameda. Es éste un auténtico contenedor para transportar mercancías reconvertido en cómoda sala de proyección donde familias enteras, niños pequeños incluidos, pueden sentarse en las colchonetas y cojines con que está equipado.

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