Cultura

'Exploitation' de temporada

Desde su productora filial Dimension, los hermanos Harvey y Bob Weinstein, creadores del falsamente independiente y multipremiado estudio Miramax, han venido lavando las cuentas de sus empresas con la producción en serie de un muy rentable bloque de películas baratas de terror sobre y para adolescentes.

Casi una década después de aquellas exitosas y gritonas Scream, vigila quien llama y Sé lo que hicisteis el último verano, santo y seña del estilo y modales de la casa, apagada ya la llama del éxito y de las interminables secuelas y parodias (Scary movie), nos llega ahora (con una temporada de retraso, aunque poco importa) esta Negra Navidad que, humor macabro mediante, busca reverdecer laureles, o sea, hacer taquilla rápida y a otra cosa, a propósito de un cuento navideño teñido de sangre, casquería gore y chicas de buen ver pasado por la ironía y el distanciamiento paródico que le hace un guiño al poco exigente espectador juvenil, cómplice hambriento de fast food cinematográfica.

Cualquier premisa argumental es excusa pírrica aquí para saborear la hipertrofia de los retorcidos métodos criminales y vengativos de un serial killer que, ya sea vestido de Papá Noel o de rubia postiza, parece disfrutar como un niño chico sacando ojos de sus cuencas, clavando chucherías en los cuellos o usando bolsas negras de basura para asfixiar a sus inocentes y esculturales víctimas, salidas todas ellas de un eterno high school de fantasía erótica masculina.

Como la cosa no es para tomársela muy en serio, es lo que tiene el cine de exploitation, tan sólo queda esperar el siguiente respingo fatal o la nueva fechoría sangrienta con un poco de malsana impaciencia y una media sonrisa esbozada. Usted mismo.

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