Cultura

Christopher NolanEl mago que curva el guión

  • José Abad firma en Cátedra una monografía que repasa la carrera del director

Para unos pasará a la historia como el autor de Memento y para otros como el director que resucitó a Batman, pero casi toda la carrera de Christopher Nolan ha sido tan meteórica como cuajada de éxitos. Tras debutar en el largometraje con una película rodada con 6.000 dólares, en poco tiempo Nolan se ha encontrado al frente de superproducciones millonarias que han logrado unir "las exigencias del cine de gran aparato y las de un cine acusadamente personal, en el cual no es difícil entresacar una reflexión de largo alcance sobre el hombre y la sociedad de nuestro tiempo". Al menos esa es la opinión de José Abad, autor de una monografía sobre el realizador inglés que ve ahora la luz en Cátedra y en la que propone "un acercamiento a un cineasta ambicioso e inquieto, tentado por un tipo de relato problemático, que exige una actitud siempre alerta y activa por parte del espectador".

El crítico cinematográfico se declara un rendido admirador del cineastas porque "el rigor, la inteligencia y la coherencia con que Christopher Nolan está construyendo su filmografía, título a título, están fuera de discusión". Suyas son, además de la trilogía del Caballero Oscuro -Batman Begins, El Caballero Oscuro y El Caballero Oscuro la leyenda renace- películas como Insomnio, El truco final, Origen, Interstellar, y la reciente Dunkerque, nominada a 8 premios Oscar, entre ellos el de mejor director.

Todas destacan por tres elementos importantes: la presentación, una buena historia que contar y ese gran momento climático que deja poso en el espectador. Gracias a su estilo neo-noir, sus impactantes planos, la riqueza psicológica de sus personajes, y otros elementos de su obra, Christopher Nolan se ha consagrado como uno de los grandes realizadores del cine actual. Sin ninguna película mala hasta la fecha en opinión del crítico, va creciendo como artista. Su especialidad son los personajes atormentados y particulares.

El libro forma parte de la colección Signo e imagen de Cátedra, en la que han publicado monografías autores como Santos Zunzunegui, Vicente Molina Foix o Esteve Riambau. "El objetivo es reivindicar a un cineasta que, a pesar de tener muchos seguidores, también tiene muchos detractores", resume Abad, quien cree que al realizador "no le perdonan que intente contar cosas con sus películas". "Lo han acusado de presuntuoso cuando lo que hace es aprovechar el formato del cine comercial o del cine fantástico para poner en pie una serie de reflexiones muy interesantes sobre el ser humano y la sociedad actual".

Pero a Nolan le han llovido las críticas por los dos lados: el de los amantes del cine comercial, que lo acusaron de pretencioso, y también el de los culturetas que lo admiraban por sus trabajos más minoritarios y que le dieron la espalda al dar el salto al blockbuster. "Al embarcarse en una empresa de tan dudosa credibilidad como la puesta al día de las aventuras de Batman, entre los que había aplaudido sus primeros trabajos no faltó quien le retiró el saludo", cuenta Abad en el libro, en el que también señala que al contrario que otros directores "practicantes del producto palomitero" como Michael Bay, Roland Emmerich o Tonny Scott, "el confía plenamente en las posibilidades discursivas y expresivas del relato cinematográfico".

Para el crítico, las "propuestas severas" de Nolan quizás pueden recordar a Stanley Kubrick, "pero su concepción espectacular del medio apunta más bien hacia los ejemplos de David Lean y Akira Kurosawa".

Para abordar el estudio de la obra del realizador, Abad sigue las tesis de Zygmunt Bauman cuando señala que se han roto las barreras entre la alta y la baja cultura. "Hoy el arista es omnívoro y degusta con igual fruición la filosofía de Friedrich Nietzsche y los tebeos de Batman y se atreve con síntesis temerarias". Algo, que en su opinión, sucede en el caso del director inglés, que incluso en sus películas más taquilleras del famoso hombre-múrciélago deja claro que su labor "se distingue por una firme voluntad de permanecer". "Por ejemplo, películas como la trilogía de Batman que podían parecer productos inocentes de superhéroes y hay una reflexión de muy largo alcance sobre la idea de orden y caos", subraya.

"Para hacer ese análisis cinematográfico, me ha servido de distintos autores que son sociólogos", explica el crítico, filólogo de formación aunque imparte la materia de Cine y sociedad en Italia desde el año 1992 en la Universidad de Granada. "Aprovecho las tesis que expongo en clase para analizar la obra de Nolan", comenta.

Otro de los puntos en los que puede verse como hace permeables sus cintas a problemas más profundos es que la huella de los atentados del 11 de septiembre recorre su visión de los malvados de Batman, "inspirados en Bin Laden y Al-Kaeda". "Desde el primer título estos personajes están concebidos como un enemigo reconocible, aunque tengan que llevar máscaras porque se trata de una película de superhéroes. Es el conflicto del individuo que no encuentra su lugar, no sabe como actuar. Es muy interesante la reflexión sobre el problema de la identidad o los límites de acción del individuo en la sociedad".

Como el autor de la monografía, Nolan también estudió filología, -en este caso inglesa-, algo que según Abad se nota en sus cintas porque "pertenece a esa clase de cineastas que lo dejan todo atado y bien atado en su fase de escritura" y "ha colaborado en los libretos de todas sus películas".

Y si bien Abad se confiesa un "seguidor fiel" del realizador asegura que también puede señalar "tropiezos" cuando es necesario. Así, cueando es preguntado, entre toda su filmografía, escoge como mejor película El caballero oscuro. "Es una obra maestra con uno de los guiones más sólidos de su carrera, con un pulso enérgico e implacable". Y Memento también podría estar en ese puesto. "Es una obra maestra que está prácticamente al mismo nivel. Es una película modesta para los estándares de Hollywood, pero le permitió innovar dentro de un género tan trillado como el thriller".

Sobre la trilogía de Batman en su conjunto, asegura que es "muy digna" porque todas "son películas llenas de ideas" pero resulta irregular: "El primer título es muy interesante aunque tiene algunos puntos flojos, algunas caídas de ritmo graves, sobre todo en el último tercio. Y a la última, La Leyenda renace, le daría un 7,5", Y sobre otras cintas con puntos débiles, destaca Interstellar "extraordinaria hasta los últimos diez minutos en los que intenta cerrar todo con un forzado final feliz" o Dunkerque, que también falla por el final, por su "tufo patriotero". "En cualquier caso son pequeños desperfectos en películas muy dignas, aunque no sean tan sobresalientes como puede ser Origen", que destaca como su tercera gran obra maestra hasta la fecha.

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