Cultura

Chema Cobo llega al CAC Málaga para jugar con las trampas de la realidad

  • El pintor tarifeño exhibe hasta el 24 de enero una selección de óleos de sus últimos diez años de creación

Confiesa no sentirse muy apegado al suelo que pisa, de ahí que sus creaciones transiten entre lo que ocurre y lo que deja de ocurrir. "No soy muy consciente de lo que pasa a mi alrededor", admitía ayer Chema Cobo (Tarifa, 1952) al presentar en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga Out of frame, una selección de 33 óleos realizados en sus últimos 10 años de trayectoria (algunos de ellos creados inéditos) y un nuevo intento de burlarse de la realidad que le rodea.

Así, Fuera de marco se recrea en imágenes difuminadas donde la luz y las sombras cobran protagonismo, y donde tanto los rostros (que transforman a personajes reales en irreales, entre ellos a Eva Braun) como los objetos reflejan un desconcierto similar al que siente su autor. Para ello se vale además de otros de sus resortes cercanos, la palabra escrita. "Me gusta dejar pistas falsas con los títulos para que el espectador se plantee lo que está viendo", explicaba Cobo.

Uno de los propósitos de Chema Cobo a la hora de preparar esta exposición ha sido liberar su obra de color, volviéndose más oculta, compleja e intelectual. Para él, las tonalidades grises y la luminosidad le permiten llegar a la esencia misma de las cosas, para jugar luego a ponerle trampas a la percepción. "Viviendo en tierra de Picasso, habiendo sido un seguidor suyo hago muchas digestiones de distinto tipo para terminar haciendo esto, muchas veces inclasificable", admitía el artista.

Al entrar en la sala principal del CAC (donde la muestra permanecerá hasta el 24 de enero) al visitante le da la bienvenida un gran óleo en tonos grises que bajo el lema La última cena reproduce en perspectiva una suerte de entrada a un museo y toda una declaración de intenciones. A su lado, un conejo con chistera y gafas de 3D le saluda. "Juego con lo verosímil y con la verdad, una palabra que está haciendo mucho daño. En el arte como en la política suele ser fuente de tragedia", sostenía el pintor.

Los cuadros seleccionados en esta antología corresponden a varias series entremezcladas "como secuencias de una película", definía. Su creador pretende así que el recorrido por la misma sea "muy abierto" y, a diferencia de otras muestras anteriores, "muy poco impositivo".

Para Fernando Francés, director del CAC, Cobo es aquel artista que mira la modernidad "desde fuera, en paralelo". Como consecuencia, sus obras son más complejas y "distantes" y exigen al espectador un esfuerzo mayor. El propio creador reconocía ser más "de literatura que de museos", y recorrer las exposiciones en tiempo récord. "Me gusta recrearme en lo que he visto muy rápido", argumentaba.

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