Cuando Zurbarán, Alonso Cano, Valdés Leal o Murillo impulsaban junto a Velázquez a la escuela barroca sevillana hacia su mayor esplendor, el Hospital de la Caridad no era aún siquiera un proyecto; se construía un siglo después gracias a la iniciativa de las hermanas de La Caridad. Este edificio, nacido en las postrimerías del Barroco y que ahora acoge el Museo Municipal abrirá ahora una ventana a ese Siglo de Oro que no conocía de la mano de algunos de esos maestros de la pintura, que formarán parte del gran evento del Año Murillo en Algeciras: la exposición El Barroco en la Colección Cajasol.

La muestra intenta acercar al público algecireño algunas obras de los que fueron los mayores exponentes del Barroco español, contemporáneos de Murillo, del que ahora se celebra el cuarto aniversario de su nacimiento. Nueve obras de la Fundación Cajasol a las que se sumarán otras dos de los fondos del Museo para conformar la exposición que abrirá el próximo 18 de mayo, Día de los Museos.

Aprovechando esa efemérides, la sala de exposiciones del antiguo hospital sumergerá al público en la época en la que Murillo vivió y trabajo, un Barroco de pintura religiosa fundamentalmente, en una época marcada por la Contrarreforma en la que la iglesia católica utilizará la pintura como arma para difundir su mensaje y en la que conventos y cofradías se convirtieron en los principales clientes. La iconografía barroca y su origen será precisamente "uno de los temas que trataremos en los talleres que organizaremos" explica la teniente de alcalde de Cultura del Ayuntamiento de Algeciras, Pilar Pintor. En la exposición, las obras seleccionadas servirán para explicar al visitante el peso que esta iconografía tuvo sobre el trabajo de los pintores del siglo XVII, que tenían que ceñirse a la temática y forma de representación establecidas. Y que dentro de esas limitaciones dieron forma a obras maestras.

San Pedro Nolasco asistido por dos ángeles. Zurbarán

Zurbarán fue uno de ellos. Su pintura, de gran fuerza visual, con personajes de gran robustez, estará representada por dos obras: San Pedro Nolasco asistido por dos ángeles, de la Fundación Cajasol, y Santo Domingo de Guzmán, de los fondos propios del Museo. La primera es una de las obras pintadas por maestro para el convento de La Merced Calzada de Sevilla, parte de una serie sobre la vida de San Pedro Nolasco. Representa el momento en el que el santo recibe la ayuda de dos ángeles para acudir a rezas al coro de la iglesia. Como es habitual en Zurbarán, el ambiente arquitectónico en que se desarrolla la escena es absolutamente sobrio y despojado. La suave penumbra que impera en el interior de la celda conventual contribuye a otorgar un claro sentido de sosiego y recogimiento.

La segunda, atribuida al taller del pintor, muestra al santo y "para nosotros tiene un gran valor", explica Pintor. Esta obra será protagonista de una de las actividades de la exposición, destinada a facilitar el acceso a la obra del público con discapacidad visual. Para ello se elaborará una reproducción a tamaño natural en relieve que se quedará tras la muestra en el Museo Municipal.

De Alonso Cano, el iniciador de la escuela granadina de pintura y escultura -formado junto a Velázquez en el prestigioso taller de pintura de Francisco Pacheco-, llega Visión de San Antonio de Padua. Representa a San Antonio que sostiene en sus brazos al Niño Jesús, al que la Virgen, algo más arriba, parece que acaba de soltar manteniendo su velo extendido como para recoger a su divino hijo. Según destaca la Fundación Cajasol presenta una gran maestría técnica en su factura y en los detalles absolutamente magistrales del velo de la Virgen flotando al viento. El Museo del Prado y el de Berlín conservan copias de esta obra, de mucho menos tamaño y concepción muy abocetada.

Contemporáneo pero rival de Murillo, Juan de Valdés Leal pintó Jesús atado a la columna en 1670, justamente en unos momentos en los que el artista alcanzó su total madurez. Valdés Leal supo interpretar de forma magistral las directrices del pensamiento eclesiástico plasmada en la contrarreforma y, por lo tanto, transmitir a los fieles, a través de la imagen, la doliente figura de Cristo, señala la Fundación.

San Fernando. Anónimo

A estas obras de grandes maestros las acompañarán otras anónimas. Como dos representaciones de distintas épocas de San Fernando, que adquirió gran popularidad al convertirse en el símbolo del triunfo cristiano sobre los musulmanes. Son diferentes, uno sigue los convencionalismos del arte barroco y el otro es más primitivista a la hora de representarlo.

También se podrá contemplar un paisaje anónimo, Vista panorámica del Guadalquivir y de Triana tomada desde el Arenal. Hasta la reaparición de esta importante obra perdida, del siglo XVII existían solamente tres representaciones al óleo de la ciudad de Sevilla. Al igual que en las otras vistas, el río Guadalquivir juega un papel de protagonismo, recordando la enorme importancia que tuvo Sevilla durante el Siglo de Oro como puerto de las Indias.

Además de los óleos, la exposición se enriquece con tres tapices que "encajan perfectamente", resalta la concejal. El tapiz, inicialmente un elemento protector del frío y la humedad, se convierte en una obra de arte a la que se da gran relevancia en la España de la época, que contaba con la Real Fábrica de Tapices. En este caso, las tres obras provienen de Flandes. Son El buen gobierno de Débora, La generosidad de Ester y Júpiter y Calisto.

A la exposición solo le faltaría alguna obra de su protagonista indirecto, Bartolomé Esteban Murillo, algo que finalmente no se ha conseguido en un año en el que la obra del sevillano está muy demandada. Pero sí que tendrá una Inmaculada del siglo XVIII, explica Pintor, perteneciente al legado de Luis Carlos Gutiérrez.

Todas las obras están "en muy buen estado de conservación, restauradas" remarca. Ahora, el Museo trabaja junto a la Fundación Cajasol en la elaboración del discurso expositivo que, según explica la directora del Museo, Rosabel O'Neill, "estaría dentro de la representación de la pintura barroca. Cada cuadro tendrá sus cartelas y probablemente un par de paneles, editaremos también un pequeño folleto y estamos viendo la posibilidad de ofrecer audioguías". O'Neill será comisaria de la muestra junto a Marta Puerta, responsable de la colección pictórica de la Fundación Cajasol.

También se plantea la posibilidad de hacer visitas guiadas temáticas o una obra comentada, entre otras opciones. Un amplio programa de actividades incluidas en la celebración del Año Murillo, que también prestará atención a las letras, dedicando la Feria del Libro de este año al Siglo de Oro. Con ellas la estela de Murillo, uno de los pintores que más influyó en los artistas posteriores, llegará también hasta Algeciras.