literatura

Andalucía también 'escribe' en verso

  • Esdrújula publica 'Algo se ha movido', una completa antología de jóvenes poetas nacidos en el sur de España

  • Ángelo Néstore, Jesús Montiel y María Sánchez, entre los protagonistas

Andalucía siempre ha sido tierra fértil para la poesía. Séneca, Lucano, la poesía andalusí, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Rafael Alberti, Antonio y Manuel Machado, Federico García Lorca, María Victoria Atencia, Rafael Guillén, Javier Egea, Luis García Montero, Álvaro Salvador, Ángeles Mora, Aurora Luque, Julia Uceda, Elena Medel. La lista es infinita. ¿Pero y los poetas jóvenes? ¿Dónde están? La editorial granadina Esdrújula responde a esta pregunta en Algo se ha movido, una completísima antología de poesía joven andaluza coordinada por Jorge Villalobos y Juan Domingo Aguilar. El lector encontrará aquí " vísceras, órganos, tejidos; latido y un decir de verdad; [...] 25 pulsos -en referencia a los 25 autores que participan-, 25 maneras de asentarse en la tierra, 25 escrituras reflexivas o salvajes arañando el vacío", destaca el escritor cordobés Joaquín Pérez Azaústre en el prólogo.

"Existe una generación de grandes poetas andaluces jóvenes que no se conoce", afirma Villalobos. Al escritor malagueño, premio Hiperión de Poesía 2018, le gustaría que en los currículos escolares no sólo se abarcara hasta la Generación del 27: "Se podrían leer antologías de poesía actual, de final del siglo XX". Y ésta podría ser una de ellas.

Los versos del libro se podrán ver recitados en 'Youtube' por Niño de Elche o Fran Perea

La elección de los 25 autores, reconocen los antólogos, fue "bastante difícil". "Hicimos una selección representativa de cada provincia. La lista ascendía a más de 50 personas. Llamamos a escritores de reconocido prestigio para que nos aconsejaran a quién escoger, no googleamos nombres al azar", explican. La idea era reunir a "jóvenes poetas con carrera y a nuevas voces -como María Domínguez y Alba Moon- sin ningún premio detrás".

Algo se ha movido reúne el trabajo de poetas reconocidos a nivel nacional como el granadino Jesús Montiel y el malagueño Ángelo Nestoré, Premio Hiperión en 2015 y en 2017 respectivamente; de María Sánchez (Córdoba, 1989), veterinaria de profesión y escritoras en sus ratos libres que ha publicado su poemario Cuaderno de campo con la prestigiosa editorial La Bella Varsovia; del jovencísimo poeta y traductor jienense Carlos Catena Cózar; y de Cristian Alcaraz, autor malagueño que aparece en una espléndida selección de jóvenes poetas titulada Tenían 20 años y estaban locos (La Bella Varsovia, 2011), entre otros.

A la hora de seleccionar los poemas, los dos coordinadores de la antología le dieron "total libertad" a los autores. La única condición es que escogieran cinco poemas. El resultado, sin querer, se antoja un cuadro coral que atraviesa la juventud española. Las temáticas que vertebran los poemas son "muy plurales, eclécticas y variadas", en palabras de Aguilar, pero responden a un momento y a una edad. Precariedad laboral, violencia machista, amor, soledades varias, redes sociales, incomunicación, nuevas identidades y cuestiones de género e inmigración se aparecerán en muchos de ellos.

"Gritan en las oficinas, / en la universidad, / en las bocas del metro, / en los callejones oscuros / mientras les arrancan las bragas sin pedir permiso. / Piden auxilio antes de cerrar los ojos / mientras dirigen al cielo su súplica". Algunos de los versos que aparecen en la antología, como estos de Alba Moon en Auxilio, parecen estar escritos hace apenas unos días a propósito de la sentencia de La Manada. La revolución feminista también alcanza a Rosa Berbel en Justicia poética. La autora sevillana homenajea en este poema a todas las escritoras silenciadas por el sistema patriarcal como Virginia Woolf: "Quiero una larga estirpe de mujeres valientes / que han escrito poemas / después de hacer la cena / y han vivido el exilio / dentro del dormitorio".

"Los jóvenes poetas también alzan las voz. En esta antología, no hay poetas sociales como tal, pero sí se habla de la pésima situación económica y de la clase política. La tensión social es un tema que no pasa desapercibido aquí", reconoce Villalobos. Basta con leer la descripción que hace la cordobesa Estefanía Cabello sobre la Nueva España: "Mi país no quiere a sus muertos. / Los padres de familia se siguen suicidando / y los gobiernos lavan las manchas con lejía barata, / como las buenas amas de casa, / para que este país no huela a podrido".

Las redes sociales están presentes en Cózar (Jaén, 1995) en el sutil y brillante Tinder makes me sad: "Hay 70 personas en 10 km a la redonda que querrían / tener una cita conmigo sentarse al otro lado de la mesa [...] ninguno de estos setentas hombres / pensará en mí en la soledad del insomnio". "Al final, una de las cosas más importantes del poemario es que manifiesta la necesidad de los jóvenes de escribir sobre las personas queridas en una era caracterizada por la incomunicación", subrayó Aguilar.

El origen de Algo se ha movido se encuentra en Granada, cuando Aguilar formó junto a otros compañeros la incubadora cultural La Paralela. "Fue entonces cuando se nos ocurrió hacer una antología de autores jóvenes, cuyos versos recitarán artistas consagrados en vídeos -que se podrán ver próximamente-", cuenta. El proyecto terminó de cuajar cuando Villalobos y Aguilar se conocieron hace un año en UCOpoética, el certamen lírico anual de la Universidad de Córdoba, y este último le propuso al malagueño ponerse manos a la obra. El resultado, como ven, tiene mucho valor. Demuestra que los jóvenes andaluces saben escribir en verso -y no sólo en mensajes de WhatsApp-.

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