Pedro Almodóvar vuelve este año a Cannes a presentar su última película, La piel que habito, su cuarto intento por lograr una Palma de Oro en el año en que se cumplen 50 de la única conseguida por el cine español, Viridiana, de Luis Buñuel.

Tercera vez consecutiva que el cineasta manchego estrena sus cintas en Cannes, tras Volver, por la que en 2006 consiguió el premio al mejor guión y un premio al conjunto de sus actrices, y Los abrazos rotos, que en 2009 no consiguió ningún galardón.

Más suerte tuvo diez años antes con Todo sobre mi madre, que se llevó el premio al mejor director, en una edición en la que partía como favorito pero que se decantó por Rosetta, de los hermanos Dardenne, quienes vuelven a competir este año junto a Almodóvar en Cannes. Pero hasta ahora, en sus tres participaciones en la competición oficial se le ha resistido la Palma de Oro, un premio que apenas ha tenido sabor español. Unicamente Luis Buñuel -al que, por otro lado, los franceses consideran suyo- logró este reconocimiento, en 1951, por Viridiana.

Luis García Berlanga se llevó el Premio Internacional en 1953 por Bienvenido Míster Marshall; Buñuel consiguió el de mejor dirección en 1961 por Los olvidados, y José Luis Gómez se llevó el premio de interpretación en 1976 por La familia de Pascual Duarte. Un año después, Fernando Rey repitió galardón por Elisa, vida mía, en la misma edición en la que Carlos Saura se alzó con el Gran Premio Especial del jurado con Cría cuervos.

En 1984 fueron Los santos inocentes, de Mario Camus, los que salieron triunfantes de Cannes con el galardón de interpretación masculina para Paco Rabal y Alfredo Landa y en 1993 Víctor Erice consiguió premio, aunque no del jurado oficial, el de la Crítica, por El sol del membrillo.