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El régimen más impenetrable

  • La 'monarquía comunista' de Corea del Norte se sucede a sí misma, pero el país es un auténtico misterio y los diplomáticos occidentales admiten que desconocen "lo que pasa por la cabeza" de sus mandatarios

La primera cara que uno ve cuando llega al principal aeropuerto de Pyongyang es la de Kim Il Sung, adorado como el fundador del comunismo en Corea del Norte, en un retrato gigante en la cima del edificio de la terminal.

Muchas otras estatuas, pinturas, fotografías y otras imágenes del Gran Líder o de su hijo, el Querido Líder Kim Jong Il, decoran las calles, estadios, estaciones de trenes, escuelas, parques, edificios gubernamentales y las insignias omnipresentes que llevan casi todos los norcoreanos en Pyongyang.

La profundidad del culto a la personalidad de los Kim llega probablemente a niveles sin precedentes en la historia moderna. Ambos tienen flores que llevan su nombre, la kimilsungia y la kimjongilia, retratadas a menudo en fotografías gigantes que ofrecen contraste a la propaganda comunista en toda la ciudad.

El cumpleaños del patriarca Kim es conocido como el Día del Sol. Este año se llama Juche 98 en Corea del Norte, porque se cumplen 98 años del nacimiento de Kim Il Sung. La ideología juche, de su autoría, se basa en una fuerte autoconfianza nacional y es definida como una desviación del leninismo.

Su hijo Kim Jong Il es autor de varios textos, como La República Democrática Popular de Corea es un estado socialista Juche de poder invencible, publicado en inglés en 2008, o Línea revolucionaria Songun, que prioriza la defensa y apuntala el armamentismo y las pruebas atómicas.

El servicio militar obligatorio implica que 1,1 millones del total de 23 millones de norcoreanos sirve a la vez en el Ejército. El culto a la personalidad llega a su máxima expresión en el Mausoleo de Kim Il Sung, que está ahora cerrado por reformas. Fue inaugurado en 1995, un año después de su muerte, y cuando está abierto se puede ver a grupos de coreanos vestidos con sus mejores galas reverenciando en silencio a su líder mientras se mueven sobre cintas transportadoras por el pasillo de un kilómetro de largo.

Los peregrinos llegan finalmente a unas gruesas puertas que marcan la entrada a la cámara donde se encuentra el cuerpo embalsamado del "Líder Eterno".

Ye Yonglie, un popular escritor chino de no ficción autor de La Corea del Norte real, vivió el culto a la personalidad en torno a Mao Zedong en su país durante la Revolución Cultural entre 1966-76.

Visitó Corea del Norte en 2007 y publicó su libro el año pasado, pero fue retirado de las librerías por las autoridades chinas por presión de Pyongyang. El culto a los Kim excede al de Mao, afirma a Dpa.

Algunos observadores lo ven como una forma extrema de dictadura por una familia imperial; de hecho, la de Corea es la única dinastía comunista del mundo.

Otro experto en el país, el periodista estadounidense Mike Chinoy, describe la nación como "un campo religioso injertado en una sociedad muy conservadora, que se mira a sí misma inmersa en la más arraigada tradición confucionista".

Este confucionismo que supone una obediencia incuestionable a la autoridad fue acusado también de ser parcialmente responsable de los excesos de la Revolución Cultural en China.

Después de que sufriera al parecer un ataque de apoplejía el año pasado, Kim Jong Il, de 67 años, ha nombrado al menor de sus tres hijos como su sucesor. Kim Jong Un, que se cree tiene sólo 26 años, ya está siendo promocionado como el "Brillante Camarada", según los medios surcoreanos.

"Como una persona que experimentó la Revolución Cultural, pienso que lo que vi en Corea del Norte fue muy familiar", afirma Ye. "Pero Mao no adoptó un sistema hereditario. Kim Il Sung pasó el poder a su hijo Kim Jong Il, y éste lo pasará a su hijo", asegura Ye Yonglie.

Se sabe poco de Kim Jong Un. Se cree que estudió bajo un nombre falso en una escuela suiza, lo que hace que algunos especulen con que su educación podría acercarlo más a los gobiernos occidentales.

En medio de la curiosa retórica y el extremo secretismo de Pyongyang, muchos gobiernos occidentales dependen principalmente de los informes de la inteligencia surcoreana para saber lo que ocurre realmente en el país.

Un diplomático que habló a condición de anonimato indicó que todo lo que tiene que ver con la sucesión en este extraño y aislado país es realmente"un agujero negro". "No sabemos exactamente qué les pasa por la cabeza" a los líderes norcoreanos, admitió.

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