Donald Trump, 45º presidente de EEUU

Trump ya es presidente: "Hoy se transfiere el poder de Washington al pueblo"

  • El magnate republicano da comienzo a sus cuatro años de mandato con un discurso nacionalista y aislacionista: "juntos haremos Estados Unidos grande de nuevo".

  • Comprar productos estadounidenses y contratar a ciudadanos estadounidenses, las "dos reglas sencillas" de su Gobierno.

Donald Trump es ya el 45º presidente de Estados Unidos. El magnate neoyorquino juró el cargo en la ceremonia oficial de investidura ante las escalinatas del Capitolio para abrir una nueva era en Estados Unidos y en el mundo confirmando lo que venía anunciando desde la campaña electoral: que como presidente de la primera potencia global hará saltar el "establishment" por los aires.

"Nosotros, los ciudadanos de Estados Unidos, estamos ahora unidos en un gran esfuerzo nacional para construir nuestro país y restablecer el futuro prometedor para todo nuestro pueblo", manifestó a los pies del Capitolio, en Washington. Lo escuchaba Barack Obama, el mandatario al que acusa de haber echado a perder el país y cuyo legado se apresta a desmontar. Para ello cuenta con un Congreso dominado por su Partido Republicano en las dos cámaras.

En su primer discurso como presidente, calificado por su secretario de prensa como un "documento filosófico", dejó clara su máxima: "America first" (Estados Unidos primero). Era lo esperado. "Una nueva visión gobernará nuestro país", aseguró. Las palabras pronunciadas por Trump están pensadas para marcar el paso del país en los próximos cuatro años.

El populismo que antes se estableció en América Latina y que está recorriendo ya Europa se instaló este viernes en Washington con su investidura como presidente número 45. Trump dijo a los estadounidenses que les entregará de nuevo el poder que había concentrado Washington. El magnate neoyorquino siempre se ha referido con el nombre de la capital al "establishment" con el que quiere acabar. "Estamos transfiriendo el poder de Washington y devolviéndoselo a ustedes, pueblo americano. Nunca más volverán a ser ignorados", dijo.

"Nos regiremos por dos reglas sencillas: comprar en EEUU y contratar a estadounidenses"

"Juntos haremos a Estados Unidos ganar de nuevo, estar orgulloso de nuevo, ser seguro de nuevo, y sí, juntos haremos a Estados Unidos grande otra vez", prometió acudiendo de nuevo al lema principal de su campaña electoral: "Make America great again" (hagamos a Estados Unidos grande otra vez), una frase con la que convenció en las elecciones a hombres blancos de la clase trabajadora a quienes la globalización había golpeado.

En su discurso aludió a los trabajadores y familias estadounidenses, a los que prometió beneficiar y defendió el proteccionismo económico: "dos reglas sencillas: comprar productos estadounidenses y contratar a ciudadanos estadounidenses". Acudió al patriotismo y prometió defender al país del terrorismo. "Uniremos al mundo civilizado contra el terrorismo radical islamista, que desaparecerá totalmente de la faz de la Tierra", señaló.

"Juro preservar, proteger y defender la Constitución de Estados Unidos. Así que Dios, ayúdame"

A las 12:00 en punto hora local, Trump proclamó el juramento con el que se compromete a "preservar, proteger y defender la Constitución de Estados Unidos". "Así que Dios, ayúdame", exclamó Trump al término del juramento. Pocos minutos antes, Mike Pence tomo posesión como nuevo vicepresidente ante el juez de la Corte Suprema Clarence Thomas, sobre la Biblia de la familia del ex presidente Ronald Reagan.

Trump juró el cargo sobre dos biblias, una de su propiedad y otra que usó Abraham Lincoln en su primera toma de posesión, empleada también por el ya ex presidente Barack Obama en sus dos investiduras (2009 y 2013). El juramento del cargo fue administrado por el juez John Roberts, presidente de la Corte Suprema de Estados Unidos.

La biblia que es propiedad del nuevo presidente de EEUU fue un regalo de su madre cuando terminó la escuela primaria, en junio de 1955, y lleva el nombre de Trump grabado en la parte inferior de la cubierta. La otra biblia, la que utilizó Lincoln en su primera investidura presidencial, hace 156 años, forma parte de la colección de la Biblioteca del Congreso y está encuadernada en terciopelo.

Los actos en el Capitolio para la transferencia del poder y el comienzo del mandato de cuatro años del republicano comenzaron con la llegada de los protagonistas, el presidente electo y el mandatario saliente, Barack Obama. La ceremonia empezó con la presentación de los invitados ilustres, entre los que se contaban también los ex presidentes George W. Bush y Bill Clinton, junto a sus esposas Laura y Hillary, quien precisamente fue la rival de Trump en las elecciones del 8 de noviembre y salió derrotada por el magnate.

La ceremonia se desarrolló en las escalinatas del Congreso, frente a la inmensa explanada del National Mall, donde centenares de miles de simpatizantes del ganador de las elecciones de noviembre se congregan pese a una lluvia intermitente y el frío.

En el escenario levantado para la ocasión se congregaron la cúpula de los tres poderes del Estado. No obstante, medio centenar de congresistas demócratas se negaron a asistir a la solemne ceremonia en la que se escenificó la transferencia de poder a Trump, por los valores y la dialéctica de división que ha exhibido durante la campaña electoral de 2016.

Incertidumbre ante el comienzo de "una nueva era"

Independientemente de la evaluación que hacen seguidores y detractores de él, nadie puede discutir que la llegada de Trump al poder supone un hecho extraordinario.

Hace poco más de año y medio, cuando lanzó su candidatura a la Casa Blanca en un partido al que ni siquiera pertenecía, nadie apostaba por el showman multimillonario conocido en el país por su famosa torre en Nueva York y por un reality de televisión. Pero aquí está.

Ahora tiemblan una parte de la sociedad norteamericana y una parte del mundo. Al frente de la primera fuerza económica y militar se sienta un hombre sin experiencia política -es el primer presidente de Estados Unidos que no ha desarrollado trabajo previo ejecutivo o legislativo, tampoco militar-, con un discurso que ha alentado tensiones xenófobas y racistas y en el que la línea divisoria entre la verdad y la mentira se ha demostrado en ocasiones muy fina.

En política internacional, sus movimientos previos anticipan un pulso con China, un acercamiento a la Rusia de Vladimir Putin, un enfrentamiento dialéctico con Europa, problemas en la OTAN, un cambio en el papel de su país en Cercano Oriente y un suplicio para México, al que ya ahoga económicamente y en cuya frontera quiere un muro. Pero realmente nadie sabe qué va a pasar.

"Comienza una nueva era", anunciaba The Washington Post en el amanecer del día de su toma de posesión. The New York Times añadía el adjetivo de "impredecible" a los nuevos tiempos y recordaba que Trump "ha amenazado con destruir el orden establecido". "Hora de la acción", celebraba por su parte Fox News, cercana al republicano, "el presidente Trump promete luchar por el país y la prosperidad".

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