Mundo

Obama insta a los africanos a tomar las riendas de su destino

  • El presidente de EEUU, de visita en Ghana, llama al pueblo a luchar contra las prácticas antidemocráticas, los conflictos y la enfermedad con el apoyo de su país

Barack Obama, el primer presidente negro de EEUU, llamó ayer a África a tomar las riendas de su destino luchando contra las prácticas antidemocráticas, los conflictos y la enfermedad y asegurando el apoyo estadounidense en esta vasta empresa.

En su primera visita como mandatario al África negra, Obama adaptó su gran eslogan de campaña, Yes, you can, para llamar a los africanos a no volver a invocar el colonialismo para explicar las guerras, la enfermedad, el subdesarrollo, las prácticas antidemocráticas y la corrupción en el continente lleno de "promesas", según él.

"Podéis vencer la enfermedad, acabar con los conflictos, cambiar fundamentalmente las cosas. Podéis hacerlo. Sí podéis (yes, you can)", dijo ante los aplausos de los diputados ghaneses ante los cuales se expresaba. "Pero eso sólo es posible si vosotros, todos, asumís la responsabilidad de vuestro futuro. No será fácil. Requerirá tiempo y esfuerzos. Habrá pruebas y contrariedades. Pero os puedo prometer esto: EEUU estará a vuestro lado, en cada etapa, como socio, como amigo", dijo.

Obama aseguró que "África juega un papel fundamental en un mundo interconectado", y destacó la relevancia que los países en vías de desarrollo tendrán durante el siglo XXI. "La actualidad de este siglo estará formada no sólo por lo que sucede en Roma, Moscú o Washington, sino por lo que acontece en Accra también", dijo.

Según el mandatario, la creciente importancia de países que hasta ahora no habían jugado un papel destacado en la comunidad internacional "es muy real".

La visita de Obama levantó el fervor popular. Cientos de personas esperaron desde el amanecer en los alrededores del palacio presidencial, donde fue recibido antes de dirigirse al Parlamento, con la esperanza de ver durante unos segundos al dirigente estadounidense. Algunos enarbolaban pancartas en la que se leía: "Obama, eres el verdadero hijo de África que queremos".

Entre la multitud, Ama Agyeman, una mujer de 80 años, en silla de ruedas, ayudada por su nieto de 10, explicó: "Quiero ver al primer presidente negro de Estados Unidos antes de morirme".

Obama, hijo de un keniano que emigró a EEUU para estudiar antes de volver a su país, recordó ante el Parlamento que "la sangre de África" corre por sus venas y que sabe el daño que el colonialismo ha hecho al continente. Sin embargo, agregó que "es fácil acusar a los demás (...), pero Occidente no es responsable de la destrucción de la economía zimbabuense en la última década, o de las guerras en las que se enrola a niños entre los combatientes".

Obama, que escogió Ghana por ser el escaso ejemplo en África de transiciones democráticas y éxitos económicos, pidió así a los africanos que adoptaran reglas de buen gobierno y acabaran con los cambios brutales de régimen porque "África no necesita hombres fuertes, necesita instituciones fuertes". Señaló que el apoyo estadounidense al desarrollo dependería de esta adhesión a las reglas democráticas.

Asimismo, insistió también en el papel de socio. Prometió continuar con la ayuda estadounidense para luchar contra las enfermedades porque "aún muere demasiada gente por enfermedades que no deberían ser mortales". Pero, para Obama, esta lucha pasa por reforzar los sistemas de salud africanos.

El "genocidio" en Darfur o la expansión terrorista en Somalia deben tener una respuesta internacional, añadió el presidente, pero también se mostró a favor de "favorecer la visión de una arquitectura regional de seguridad que sea fuerte y que pueda producir una fuerza transnacional eficaz cuando haga falta".

"Entonces, EEUU aportará su apoyo diplomático, técnico, logístico y respaldará los esfuerzos para que sean juzgados los criminales de guerra", dijo.

Obama recordó que, si a su abuelo le llamaron boy durante gran parte de su vida bajo la autoridad británica en Kenia, son el tribalismo y el nepotismo los que bloquearon la carrera profesional de su padre.

El viaje de Obama adquirió todavía más emoción cuando se desplazó junto a su esposa Michelle, Obama y su esposa, Michelle, que es descendiente de esclavos, y sus dos hijas, Malia y Sasha, al castillo de Cape Coast, antiguo centro de trata de esclavos, del que partieron miles de africanos con destino a Europa, América y el Caribe para un viaje sin retorno.

Lo describió como un lugar de "profunda tristeza", pero también como el inicio de la "experiencia afro-americana", y señaló que esperaba que la visitan inspirara a sus dos hijas, que crecieron en un entorno privilegiado, "la sensación de obligación de luchar contra la opresión y la crueldad".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios