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Evo Morales pide que el pueblo decida sobre su mandato y el de sus enemigos

  • El presidente propone someter a referéndum su poder y el de los nueve gobernadores de Bolivia, la mayoría de ellos opositores · Asegura que desea comprobar si el país apoya "el proceso de cambio"

El presidente de Bolivia, Evo Morales, propuso ayer un referéndum que podría revocar su mandato y el de los nueve gobernadores del país, la mayoría opositores. Morales detalló que hoy mismo enviará un proyecto de ley al Congreso nacional para que este órgano convoque "rápidamente" un referéndum revocatorio, aunque no precisó el plazo.

"Si el pueblo dice que se vaya Evo, no tengo ningún problema, porque soy el más demócrata. El pueblo dirá quiénes se van y quiénes se quedan para garantizar este proceso de cambio", proclamó el mandatario durante un mensaje a la nación en el Palacio de Gobierno, en La Paz.

Morales afirmó que quiere que se haga ese referéndum para comprobar si el pueblo apoya el "proceso de cambio" que su Gobierno impulsa y que, a su juicio, la oposición "conservadora" intenta frenar haciendo denuncias internacionales en su contra para "acabar" con su Gobierno.

"Evo Morales jamás ha pensado perpetuarse", dijo el mandatario, al señalar que, en realidad, es el pueblo quien en diversas manifestaciones demostró su deseo de que gobierne por 20 o incluso 50 años para garantizar un cambio con "justicia social".

La propuesta del presidente de Bolivia es una "hábil jugada" para desviar el debate político y desactivar conflictos, opinaron ayer analistas consultados.

"Es una estrategia de distracción", señaló la experta Ximena Costa, de la Universidad Andina Simón Bolívar, para quien el anuncio de Morales busca que pasen a un segundo plano temas polémicos como la Asamblea Constituyente y el recorte de las rentas petroleras que reciben las regiones bolivianas.

Carlos Cordero, docente universitario de Ciencias Políticas, sostiene que la propuesta del presidente es una "hábil jugada política" que permite en principio "desinflar" las presiones en su contra que se han acumulado en las últimas semanas.

En las elecciones de diciembre de 2005, Morales ganó con el 53,7 por ciento de los votos, pero en seis de los nueve departamentos del país boliviano fueron elegidos gobernadores de partidos opositores.

En las elecciones para la Asamblea Constituyente, celebradas en julio de 2006, su partido consiguió el 50,7 por ciento de los votos, mayoría que no le permite, según el procedimiento de debate, aprobar propuestas unilateralmente, al ser necesarios dos tercios de la Cámara.

La propuesta de Morales es un "desafío político", opina Cordero, para quienes "es más deseable el debate que la política en las calles".

Agregó que esa iniciativa traslada al país a un nuevo escenario electoral, en el que la ciudadanía "va a participar activamente en la solución de los conflictos", en un momento de mucha "convulsión" en el país.

La crisis de la Constituyente, que en más de un año de sesiones no había aprobado ni un artículo, se agudizó el 24 de noviembre, cuando el gubernamental Movimiento Al Socialismo (MAS) aprobó en primera instancia el proyecto de Constitución de Morales, en un colegio militar de Sucre, sin la oposición y en medio de disturbios que causaron tres muertos y unos 300 heridos.

Asimismo, la semana pasada parlamentarios progubernamentales reformaron la ley de convocatoria de la Asamblea Constituyente para que pueda trasladar sus sesiones de Sucre a cualquier otra ciudad y aprobaron otra norma para pagar un bono de vejez con parte de las rentas petroleras que reciben las regiones.

Esa sesión se llevó a cabo mientras grupos de campesinos e indígenas afines a Morales impedían que los opositores entraran en el Congreso.

Según la experta Costa, realizar el referéndum "revocatorio" del mandato del presidente Morales y los nueve gobernadores sería "como pasar el rato y no tendría ningún efecto jurídico", porque la actual Constitución no contempla esa figura.

Sin embargo, la propuesta de nueva Carta Magna aprobada en primera instancia por el oficialismo -que la oposición dice que desconoce- incluye la revocación del mandato de las autoridades.

"Al MAS le va mucho mejor en campaña que haciendo gestión", recalcó Costa al afirmar que, se haga o no el referéndum, su simple anuncio va a tener un "efecto positivo" para el Gobierno, puesto que ya ha creado "tal confusión que hasta los gobernadores están contentos".

"El presidente estaba acorralado. Es una salida democrática y yo, como uno de los aludidos, acepto la invitación con las condiciones que ponga el Gobierno", indicó a la prensa el gobernador del departamento de La Paz, el opositor José Luis Paredes.

Por contra, su colega de la región norteña de Pando, el conservador Leopoldo Fernández, comentó a la prensa que no tiene sentido que se llame a un referéndum "revocatorio" mientras continúen vigentes los temas que han llevado a la crisis.

El prefecto de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, anunció ayer a una radio local que estaba de acuerdo con el referéndum y que debería ser convocado en el menor tiempo posible.

Dirigentes de los principales partidos de la oposición nacional han afirmado en los últimos días que la propuesta de Morales "es una cortina de humo" y que, si realmente tuviera la voluntad de realizar el referéndum, "ya lo hubiera hecho".

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