Seis militantes de la organización Al Qaeda han sido sentenciados a muerte en Yemen y otros diez han recibido largas penas de prisión tras haber sido acusados de terrorismo, según ha anunciado el tribunal que los ha juzgado. El presidente del Tribunal de Seguridad del Estado, Mohesen al Wan, ha afirmado que las evidencias presentadas por la Fiscalía "eran suficientes para condenar a los acusados por el asesinato de dos turistas belgas, el año pasado". Las turistas belgas y dos ciudadanos yemeníes que las acompañaban fueron asesinados el 18 de enero del año pasado en la provincia de Hadramaut, en el sureste de Yemen, cuando visitaban la zona de Hadarin.

Las penas capitales anunciadas hoy y las otras condenas, de entre ocho y quince años de prisión, forman parte de una serie de castigos judiciales aplicados contra militantes de Al Qaeda o rebeldes chiíes que buscan el derrocamiento del presidente Ali Abdala Saleh. Los condenados son cuatro sirios, un saudí de origen yemení y once yemeníes. Todos ellos fueron detenidos en una operación antiterrorista tras los ataques contra la embajada de Estados Unidos en Saná y otros edificios diplomáticos y gubernamentales.

Los procesados se han intercambiado felicitaciones y coreado lemas a favor de Al Qaeda.No han anunciado tener intención de recurrir ante las duras sentencias. En cambio, se han postrado dentro de la amplia jaula en la que estaban recluidos dentro de la sala, "en señal de apreciación y agradecimiento a Dios", según dijeron.

Estas condenas siguen a las que se dieron a conocer el pasado 7 de julio, cuando el mismo tribunal condenó a muerte a tres miembros del grupo radical chií Jóvenes Creyentes por haber combatido a las fuerzas de seguridad entre mayo y julio del 2008. El día anterior, otros siete militantes de la misma organización chií fueron sentenciados a la pena capital y siete más a penas de cárcel de entre 12 y 15 años.