Miqui Otero. Nivelista

"El 'viejoven' nace de este culto imbécil a la juventud"

  • Miqui Otero presenta en el Monkey su novela 'Hilo musical', ambientada en Eurodisney

Miqui Otero (Barcelona, 1980) es un periodista catalán que acaba de dar el salto al mundo de la narración con Hilo Musical (Alpha Decay 2010), una novela muy bien acogida por la crítica que relata el contraste entre el mundo de las superficies y el mundo de lo subterráneo, y en la que retrata con humor y honestidad la figura del adolescente permanente. Hablamos con él tras su paso por el Monkey Week, donde presentó su primera obra.

-En Hilo Musical, el personaje central es un "adolescente permanente", ¿crees que realmente existen los adolescentes perpetuos?

-Sí, es lo que llamo un 'viejoven'. Estoy convencido de que existen y de que es algo bastante común a mi generación. Es gente que vive varada en ese estado mental en el que no se sabe por dónde tirar. El 'viejoven' viene de la situación precaria que vivimos, del desengaño de las generaciones que nos preceden y del culto imbécil a la juventud. A los 27 años me quitaron el carnet joven de la Caixa y a los 29 empecé a asumir mi edad cuando en algún bar me llamaban de usted. Luego, cuando renové el carnet, volvieron a darme el carnet joven (risas). Dentro de poco empalmarán el carnet joven con el carnet de oro de jubilado. Y es que este culto a no envejecer puede conducir a situaciones bastante indignas.

-Tu novela parte de la cara oscura del mundo Disney, parece una metáfora del fin de la inocencia y el principio de la adolescencia.

-Bueno, más bien era como la dualidad entre actuar según las convenciones y tomar las riendas de tu vida, decidir. Y esa dualidad se halla presente en toda la novela. El mismo título del libro se refiere a las versiones instrumentales sin alma que suenan en los aviones o en los tanatorios y que se olvidan de las circunstancias en las que fue creada la canción o de su alma. Y para mí, la diferencia entre oír música de fondo, que actúa como una especie de masaje tonto, y escuchar tus propias canciones, que constituyen tu educación sentimental, es la misma que hay entre ir tirando, sobrevivir, o llevar tu propia vida. La diferencia que hay entre oír y escuchar es la misma que la que hay entre sobrevivir y vivir. Aplicado al parque de atracciones de Disney que aparece en la novela es lo mismo: está por un lado el mundo que los visitantes están obligados a disfrutar, y por el otro el mundo de los trabajadores, que tienen que sonreír a pesar de que sufren unas condiciones laborales horribles. Lo que explico en la novela es cómo hace unos cuatro años los propios trabajadores del parque subieron unos vídeos en los que montaban orgías entre los personajes de Disney en las zonas subterráneas del parque. Así denunciaban sus condiciones laborales y se desfogaban de la farsa que vivían. En la novela, esta contraposición entre la superficie y lo underground, lo que realmente te pide el cuerpo, es una constante.

-Te han colgado el cartel de escritor pop, me imagino que no te entusiasma que te cuelguen carteles.

-Sí, pero bueno. Yo también soy periodista y sé que hay que hacer eso. Cuando detectas una serie de rasgos comunes necesitas sacar una etiqueta. Pero en lo que se refiere a la novela creo que se están pasando un poco con la etiqueta. Es verdad que utilizo elementos pop para crear ritmos o sensaciones, pero en lo que se refiere a la estructura es una novela bastante clásica. Cuando escribes, es más efectivo aglutinar una serie de rasgos bajo una etiqueta que enumerar todas y cada una de las cosas que hay en una situación concreta. Utilizo el pop para economizar, pero para nada más. Me acerco más a las canciones de tres minutos que me suelen gustar que a otros escritores actuales a los que también se les suele denominar "pop".

-¿De verdad crees que es necesario maquillar la realidad para que resulte interesante?

-Hay que preservar siempre un elemento fantasioso, pero sin faltar a la verdad. Por ejemplo, cuando alguien te cuenta algo sin humor ni fantasía, es difícil que te interese. Te interesará si es un amigo de toda la vida, pero yo al lector no lo conozco, me lo tengo que ganar; y mi forma de ganármelo es a través de un enfoque cómico, inflando algunas partes sin faltar a la verdad. Pero la novela está escrita en primera persona y, naturalmente, tiene mucho de mí.

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