Diversos sectores económicos ya han calculado los daños económicos que sufrirían en caso de que finalmente se convocase huelga en la estiba, aunque por ahora se haya desconvocado. Entre los más perjudicados está el transporte por carretera, al que un futuro paro les ocasionaría "notables pérdidas", tras lo cual se plantean reclamar por lucro cesante a los convocantes.

Los camiones canalizan la entrada y salida de los puertos del 90% de las mercancías que gestionan estas instalaciones, un volumen anual de productos de todo tipo valorado en 200.000 millones de euros. La Federación Nacional de Asociaciones de Transportistas de España (Fenadismer) informó ayer que, de convocarse el paro en la estiba, el coste diario del mismo para el sector podría alcanzar los 2 millones de euros. Fenadismer apuntó que la repercusión de una huelga en los puertos sería "inmediata" para el transporte por carretera, ya que los puertos no son más que lugares de tránsito.

Las químicas alertan de un posible atasco de contenedores en Algeciras

Por temor al paro, empresas de todos los sectores están organizando con sus correspondientes firmas de transporte planes de contingencia para adaptar en la medida de lo posible el tráfico de sus suministros y productos a la situación que los puertos presentarían en caso de parada. Así lo indicaron fuentes de la Confederación del Transporte de Mercancías (CETM). "Se intenta contar con un plan de contingencia, pero es imposible prever la situación exacta que presentarían los puertos, dado que la actividad de transporte dependería del volumen de mercancía que en cada momento se cargue y descargue de los barcos, y de cada puerto", indicaron fuentes de esta patronal.

La confederación no descarta que si se llegase a una huelga se registrasen colas de camiones a la entrada y salida de los puertos, roturas de stocks o fallos en el suministro de componentes en fábricas o instalaciones industriales del país. También se originaría un "importante problema judicial" como consecuencia de las posibles reclamaciones por daños y perjuicios, tanto de las empresas de transporte como de sus clientes, por el retraso sobre los plazos de la llegada de mercancías. CETM alertó de que algunas fábricas podrían llegar a detener la producción por la falta de alguna materia prima, así como del traslado de mercancías a otros puertos europeos con la consiguiente pérdida de competitividad.

Esta circunstancia ya ha puesto en alerta a las empresas químicas, que han iniciado contactos con los puertos de Marsella (Francia), Génova (Italia) y de Portugal para dar salida y entrada a sus productos en caso de necesidad ante una posible huelga de estibadores.

El director de Logística de la Federación Empresarial de la Industria Española Química (Feique), Jesús Soriano, explicó a Efe que la huelga afectaría a la industria porque "condiciona el flujo normal de exportaciones e importaciones".

La industria química ha previsto una serie de "precauciones" para dos posibles escenarios: uno en caso de que la huelga, de ser secundada, dure tres días, y otro en caso de que el conflicto se encalle y los paros se extiendan durante más de una semana. Si el paro no se evita y dura tres o cuatro días, Soriano explicó que "los desajustes se pueden corregir adelantando o retrasando pedidos", mientras que si se extienden durante más jornadas, las compañías tendrían que buscar otras alternativas.

Feique mostró su preocupación por la situación del puerto de Algeciras, al ser una terminal de tránsito, en la que buques de líneas internacionales descargan los contenedores en zonas intermedias que luego son transportados por otros barcos a su destino final. "Se puede producir un atasco de contenedores en Algeciras", afirmó Soriano.

No sucede lo mismo en el sector de mayoristas y exportadores de fruta, que prevén poco impacto en caso de parada en la estiba. Tanto los mayoristas como representantes de diferentes patronales de la distribución señalaron ayer que por el momento no se han registrado problemas.

Mas preocupada se mostró la industria cárnica. El secretario de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice), Miguel Huerta, explicó que España exporta "mucha" carne -fundamentalmente congelada- a zonas como el sudeste asiático. En este sentido, cree que las empresas exportadoras enviarán más mercancía estos días para dejar bien abastecido el mercado de destino.

Según los datos de Anice, cada mes salen de los puertos españoles 100.000 toneladas de carne de cerdo congelada (más de 3.300 toneladas diarias) y 15.000 toneladas/mes (500 toneladas diarias) en despojos comestibles.