El sector pesquero reclama un acceso más sencillo a las ayudas del Fondo Europeo Marítimo y Pesquero (FEMP) de la Unión Europea que permita afrontar con garantías de futuro retos como la modernización de la flota o el cumplimiento de una normativa comunitaria cada vez más estricta en materias como el control de las capturas y los descartes.

El presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (Faape), Pedro Maza, abogó ayer en Algeciras por reducir la carga burocrática en las relaciones con Europa y por promover una mayor agilidad en la resolución de los proyectos que permitan sacar el máximo aprovechamiento del programa, uno de los cinco paquetes estructurales de ayudas de la Unión Europea. Maza intervino en la jornada Retos y oportunidades del Fondo Europeo Marítimo y Pesquero organizada por la Confederación Española de Pesca (Cepesca, patronal del sector) y la propia Federación Andaluza.

Andalucía posee una asignación de 185,2 millones de euros para consumir hasta 2020

El fondo marítimo y pesquero fue establecido por la Unión Europea para el periodo de 2014 a 2020. La UE se reserva la supervisión y control del gasto, mientras que la gestión y tramitación de los proyectos recae sobre los estados miembro y las comunidades autónomas, estas últimas como organismos intermediarios. Maza remachó en su intervención que el programa ha superado ya la mitad de su vigencia y hasta ahora solo se ha consumido un 2,7% de los 6.500 millones de euros aprobados en su momento, de los que unos 1.200 millones están a disposición de España. Algo que atribuyó al retraso en la aprobación del reglamento de gestión y los posteriores programas operativos en los diferentes países. También a los problemas en las convocatorias y a las trabas burocráticas. "Vemos que existe demasiada burocracia, muchos controles y mucho miedo por parte de los estados y los organismos intermedios de gestión a meter la pata. Hay antecedentes de devolución de ayudas. El sector no está recibiendo los fondos a tiempo ni en cantidad suficiente para desarrollar los proyectos", resumió. Todo ello, según Maza, desmotiva, desilusiona y hace caer al fondo en riesgo de infrautilización.

La jornada de Cepesca y la Faape reunió a una importante representación de los pescadores andaluces (armadores, cofradías, municipios y empresas) que tuvieron la oportunidad de hacer llegar este mensaje directamente a tres representantes de otras tantas administraciones involucradas en la gestión del FEMP.

El foro, moderado por el secretario general de Cepesca, Javier Garat, contó con la asistencia de Alberto López-Asenjo, secretario general de Pesca del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente; Margarita Pérez, directora general de Pesca y Acuicultura de la Junta de Andalucía, así como Ernesto Penas, asesor de la Política Pesquera Común de la Dirección general de Asuntos Marítimos y Pesca de la Comisión Europea.

Los tres, con diferentes argumentos, animaron en sus intervenciones ante los trabajadores y empresarios del mar a presentar iniciativas para renovar buques, hacerlos más eficientes y reducir costes o mejorar la comercialización de sus productos -todos son objetivos del plan comunitario- y también para que el programa pueda tener continuidad a partir de 2021.

Pero para los pescadores y armadores, el papeleo y las exigencias, a veces contradictorias, para justificar una subvención siguen siendo muros demasiado altos ante los cuales la rendición es el camino elegido.

La directora general de Pesca y Acuicultura de la Junta de Andalucía conminó justo a lo contrario, a vencer el desánimo. Margarita Pérez apuntó que el FEMP comienza ahora a despegar tras la aprobación de la normativa de gestión y destacó que Andalucía cuenta con 185,2 millones de euros hasta 2020, de los que 44,6 son aportados por la Junta.

Pérez explicó que 2017 ha sido el primer año con convocatoria de ayudas, con 36 millones de euros, a los que seguirán otros 61 millones que la Junta de Andalucía prevé poner en marcha a principios de 2018.

La representante de la administración regional reveló que durante 2017 se recibieron 230 solicitudes para las ayudas del FEMP a la promoción de la pesca sostenible en Andalucía, de las que 61 fueron admitidas (el 26%). El porcentaje de beneficiarios hubiera sido del 56% si otros 66 expedientes hubieran corregido errores y otros 36 solicitantes no hubieran rechazado el fondo en el último trámite, pese a contar con el visto bueno al proyecto. "El sector no puede ser cobarde. Si no se usa el fondo, no habrá fuerza moral para pedir un nuevo marco en 2020", enfatizó.

Previamente, el secretario general de Pesca del Ministerio, Alberto López-Asenjo, resaltó que además del FEMP hay otros mecanismos a disposición tanto del país como de los pescadores para financiar sus proyectos: el Fondo de apoyo a la diversificación pesquera y acuícola, el Banco Europeo de Inversiones, el Instituto de Crédito Oficial y la Sociedad Anónima Española de Caución Agraria. López-Asenjo destacó que este año se ha realizado un esfuerzo por parte de España para complementar los 10 millones previstos por las instituciones comunitarias para el desguace de flota hasta alcanzar los 19 millones, dado que 2017 es el último año en el que la UE subvencionará el cese definitivo de actividades pesqueras.

Ernesto Penas, como asesor de amplia trayectoria vinculado a la Política Pesquera Común, reconoció en su ponencia que el actual FEMP es más complejo que el precedente, dedicado solo a la pesca y que abarcó a los años 2007-2013. Pero alertó de que si se cae en la infrautilización del dinero disponible, la UE tendrá argumentos para suprimir esta línea estructural. "El sector debe dar argumentos a Europa para que lo revalide y lo adapte a sus necesidades", subrayó. Para Penas, los pescadores deben centrarse en la búsqueda del valor añadido en su producción y comercialización.

La jornada de Cepesca y la Faape se completó con la intervención del teniente de alcalde de Algeciras Jacinto Muñoz, quien resaltó, a modo de introducción al debate, que la zona ha sido un referente durante años de una actividad que tiene vocación de mantenerse pese a las dificultades a las que se enfrenta cada día. Y animó a las administraciones a buscar igualmente cauces más eficaces para que el dinero llegue a sus destinatarios con menos trabas y mayor agilidad.

La intención de Cepesca pasa por celebrar más encuentros de este tipo a lo largo del país para promover el mayor uso posible del programa europeo.