El puerto de Algeciras acusa los efectos de las tensiones en la estiba desde semanas antes de que el conflicto superara el ámbito de los corrillos de los trabajadores portuarios. La Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Consignatarias de Buques (Anesco), lamentó el martes la existencia de "bajos rendimientos" en los puertos españoles que vinculó al enrarecido clima laboral que se vive en los muelles de todo el país. Algo que, según Anesco, ya está provocando importantes pérdidas a todos los usuarios.

La actividad en los muelles de Algeciras, de hecho, se mostraba ayer sensiblemente ralentizada. Más incluso que en días anteriores, según fuentes empresariales del sector portuario. El fenómeno, conocido como slow down -algo así como tomárselo con calma- supone mantener la actividad pero a un ritmo notablemente inferior al habitual. Barcelona y Valencia también han vivido episodios similares estos días.

Fuentes portuarias apuntaron a que durante la mañana de ayer miércoles este fenómeno fue llevado al extremo. El ir y venir de las grúas de patio se realizaba, como pudo comprobar este diario, a una velocidad inferior a la de costumbre y había más cabezas tractoras aparcadas en los patios de lo habitual a la espera de la evolución de las negociaciones que se mantenían entre los sindicatos y las compañías terminalistas.

Fuera, y a la vista de todos, el aparcamiento de camiones de tráfico rodado ofrecía una imagen de lleno absoluto. Camiones parados a la espera de ser atendidos por los estibadores para ser ubicados en las bodegas de los ferris. Y, en los accesos a las terminales, los trailers alineados a la espera de cruzar las puertas para soltar contenedores se contaban igualmente por decenas.

Con independencia del ritmo, la inestabilidad en los puertos españoles ya ha provocado las primeras derivaciones de carga que tenía destino previsto en Algeciras hacia el puerto marroquí de Tánger-Med. Fuentes de la cadena logística apuntaron que una importante empresa de distribución y otra de textil ya han dado orden, hasta nuevo aviso, de descargar contenedores de transbordo en la otra orilla del Estrecho.

Entre el colectivo de transportistas autónomos, la queja sobre la actividad ralentizada se traduce en mayores tiempos para el acceso a las terminales e incluso para la mera carga de un contenedor sobre la batea de un camión, tres veces superior a lo normal, dijeron, lo que se refleja en la cuenta de resultados.

El acuerdo de ayer en Algeciras, según fuentes laborales, contribuirá a que este ritmo vuelva a cotas normalizadas.