El Puerto de Algeciras cerró el ejercicio 2017 con una actividad de 101,4 millones de toneladas de Tráfico Total (-1,7%) y 4,4 millones de Teus (-7,9%), un descenso provocado por las consecuencias de la polémica reforma de la estiba iniciada por el Gobierno y por el ciberataque del virus Petya sufrido por Maersk. Sin embargo el movimiento de mercancías generales fue de 65,3 millones, una bajada de tan solo el

-3,16%. Esto quiere decir que la mayoría de los contenedores que el puerto algecireño perdió en el convulso 2017 estaban vacíos. Así lo reflejó ayer el presidente de la Autoridad Portuaria Bahía, Manuel Morón, quien explicó que el plan de empresa para 2018 prevé una actividad de 109 millones de toneladas (un 7,1% más que el año pasado) y alcanzar los 5 millones de teus (un 13% más).

Los datos contemplan un aumento del 5,9% en los graneles líquidos, hasta 28,9 millones de toneladas, y de 18,2% en los sólidos (2,1 millones de toneladas).

Es significativo que la terminal de APM -víctima del ataque informático- perdió actividad, pero la de TTI-A "subió y bastante". También registró el Puerto 321.288 camiones en las líneas ro-ro del Estrecho, 5,5 millones de pasajeros (-1,4%), 1,2 vehículos turismos (+0,4%) o 1.015 toneladas de pesca fresca (+16,9%), entre otras magnitudes.

Las cifras reflejan una recuperación en los últimos meses del año y suponen un descenso menor del presupuestado, lo que invita a augurar un futuro optimista pese a las carencias crónicas del puerto, que Morón no pasó por alto. Habló de la falta de personal en la APBA, que lleva 11 años con la misma plantilla sin que el Ministerio de Hacienda le permita ampliarla. "Estamos moviendo más del doble que el puerto de Barcelona con menos de la mitad de personal", insistió el presidente, que alertó del aumento, en un 30%, de los gastos en servicios exteriores, provocado precisamente por esa falta de personal en la APBA.

También lamentó la carencia de medios y personal en el Puesto de Inspección Fronteriza -"el corazón del puerto", dijo- la tardanza en el suministro eléctrico seguro o la falta de una conexión ferroviaria competitiva.

Entre los retos para este año, Morón habló de la adjudicación de la segunda fase de la Isla Verde Exterior. Depende, afirmó, de que se cierre la negociación del convenio local de los estibadores y, especialmente, de que se solvente de manera definitiva la reforma nacional, pendiente tanto del Real Decreto Ley como del expediente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. "Son situaciones de incertidumbre que terminan afectando a la estabilidad de los puertos", lamentó. Sobre el convenio local explicó: "Hay noticias contradictorias. Anoche (por el martes) me decían que estaban a punto de cerrarse el acuerdo local y esta mañana (por ayer) parece que hay algunos desacuerdos de última hora. Quizás sean las tensiones propias de la negociación, pero es importante que por lo menos a nivel local cerremos el acuerdo".

"El coste de la estiba representa en el puerto de Algeciras el 60% de los costes operativos de una terminal. Nadie puede pretender que una empresa se decida a hacer una gran inversión como la que supone poner en marcha una nueva terminal de contenedores sin conocer cuáles van a ser el 60% de sus costes. Por eso el convenio se tiene que cerrar cuanto antes, porque sólo entonces tendremos el panorama abierto", subrayó Manuel Morón, que recordó que el plazo de adjudicación de las instalaciones "se ha tenido que prorrogar varias veces y el último vence el 31 de este mes".

La Autoridad Portuaria también afronta como un reto para este año la creación de un fondeadero exterior. "Nuestra Bahía recibe unos 30.000 barcos. En Valencia hay unos 7.700 y en Barcelona, unos 8.000. Necesitamos imperiosamente un espacio exterior para que aquellos buques que están sin hacer operaciones, porque están esperando órdenes o esperando atraque, no ocupen el espacio de la Bahía. Esto no debería ser un inconveniente", manifestó, antes de referirse al Plan Director de Infraestructuras, que debe preparar al Puerto para el creciente "gigantismo de los buques". Esta reforma de las instalaciones ha tenido "una importante contestación social". Morón anunció que será objeto de debate en la segunda semana de febrero, durante unas jornadas que se celebrarán en el Auditorio Millán Picazo y que están organizadas por la Plataforma ciudadana Parque del Estrecho.

En el apartado económico, el importe neto de la cifra de negocio suma 79,5 millones de euros (-1%), con un beneficio de 17,9 millones de euros, un 20% menos que el año anterior debido a la política de bonificaciones que desde hace años aplica la APBA para abaratar el paso de las mercancías, generar más actividad y por tanto, más empleo. En 2017 esa política de bonificaciones estuvo cuantificada en 17,5 millones de euros.