Maritimas

Los estibadores esperan para iniciar la vía de la negociación colectiva

  • Todavía no se ha marcado un calendario de encuentros con la patronal

  • El Gobierno se ofrece a mediar

  • La CE busca una reforma que cumpla la sentencia y "proteja" a los trabajadores

La presidenta de la Junta habla con representantes de los estibadores de Algeciras.

La presidenta de la Junta habla con representantes de los estibadores de Algeciras. / josé manuel vidal/efe

Compás de espera en los puertos españoles. Después de que el pasado miércoles la marcha atrás del Ministerio de Fomento propiciase la suspensión de la huelga contra del decreto ley del Gobierno para liberalizar el sector de la estiba, la jornada de ayer no sirvió para concretar el inicio de la negociación entre patronal y sindicatos. Esa era otra de las condiciones impuestas por el departamento de Íñigo de la Serna para retirar la aprobación del decreto ley de reforma del sector del orden del día del Consejo de Ministros, también por los estibadores para desconvocar la huelga, pero después de toda una jornada de espera en los muelles, a última hora de la tarde de ayer aún no había un calendario de negociación.

La adaptación de la legislación que regula la contratación de los estibadores a la normativa europea se dirime ahora en otra plaza. El movimiento de Fomento en la tarde del miércoles ha trasladado la presión por la reforma de la normativa del decreto ley, y por tanto del Gobierno central, a la negociación colectiva, es decir, a sindicatos y empresarios. El Ejecutivo volvía a llamar ayer patronal y sindicatos a dialogar "lo antes posible en el marco de la negociación colectiva", en la que sí se podrían incluir aspectos "que no tienen cabida en el real decreto ley de reforma de la estiba por expreso mandato de la Comisión Europea". Y ofrecía su mediación, pero no del Ministerio de Fomento, sino del de Empleo.

Los trabajadores aspiran a alcanzar un acuerdo rápido sobre la base de lo ya negociado

Los sindicatos quieren negociar cuanto antes con la patronal tres cuestiones clave: la subrogación de los contratos de los estibadores actuales, la formación de los trabajadores y el modo de organización del trabajo en los puertos. Puntos clave que esperan ser capaces de acordar relativamente rápido, puesto que, como recuerda el responsable de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar en Andalucía, Manuel Cabello, "todas esas cuestiones las tenemos ya pactadas con las empresas en negociaciones anteriores".

Los sindicatos habían venido trabajando con la patronal en dos negociaciones paralelas. Por un lado, la del convenio colectivo, en forma de anexo al acuerdo marco existente. Por otra, la reforma de la estiba exigida por Europa, para la que llegaron a acordar un documento con la Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Consignatarias de Buques (Anesco). Para este último capítulo se alcanzó incluso un acuerdo que incluía el tan traído y llevado registro nacional de estibadores. Un convenio que no fue firmado por la patronal pero que sí ha sido rubricado por 46 empresas en plena crisis de la estiba bajo acusaciones de coacción por parte de los empresarios. Al existir esos dos consensos previos, defienden los trabajadores, la negociación debería considerarse avanzada. Aunque desde luego se ve muy complicado alcanzar un acuerdo antes del próximo Consejo de Ministros, al que según De la Serna se llevará el decreto ley de la polémica.

En la tarde de ayer se carecía aún de una fecha de inicio de las conversaciones. La patronal mantenía una reunión en Madrid, pero a los sindicatos no les llegaba comunicación oficial alguna para el comienzo de la negociación. No obstante, Anesco ya había expresado el miércoles su disposición a negociar y había pedido la presencia en la mesa del Ministerio de Empleo, precisamente el que toma el nuevo encargo de hacer frente a la estiba, aunque ahora como árbitro de la negociación colectiva.

¿El objetivo final? Alcanzar un acuerdo que permita cumplir la normativa europea y eludir una segunda sentencia condenatoria contra España por vulnerarla, con una multa de 134.000 euros por cada día que no adapte su legislación portuaria. Esa cifra se encargó de airear ayer de nuevo el ministro de Fomento para apelar a la "responsabilidad" de los grupos de la oposición en el Congreso para que convaliden el decreto en su trámite parlamentario. Hasta ahora De la Serna cuenta con el no de todos ellos, un rechazo que le obligó a dar marcha atrás en su intención de aprobarlo este viernes.

El Gobierno apuntaba de nuevo ante las críticas que es la Comisión Europea la que marca los límites de la reforma. Y la propia Comisión Europea salía ayer del segundo plano para delimitar su postura: exige que España adapte su modelo de contratación en la estiba a la normativa comunitaria, como corresponde a todos los países miembros de la UE. Pero también, aseguró ayer a través de su portavoz Margaritis Schinas, busca una regulación "que garantice la competitividad en los puertos y a la vez ofrezca una protección adecuada a los trabajadores".

La Comisión Europea explicaba su posición a preguntas de los periodistas en Bruselas. Después de días de conflicto entre trabajadores, patronal y Gobierno español y de convocarse una huelga que amenazaba prácticamente con bloquear los puertos del país, la CE asegura que está trabajando para "encontrar soluciones" a un conflicto en el sector de la estiba que tiene su origen precisamente en una denuncia de Bruselas, que llevó a España ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea por considerar que el modelo de contratación de los estibadores incumplía el tratado de funcionamiento de la UE. El tribunal dio la razón a la Comisión Europea, considerando que no se cumplía con la libertad de contratación, ya que se imponía a las empresas de otros estados miembros que deseaban desempeñar la actividad de manipulación de mercancías en los puertos españoles de interés general la obligación de inscribirse en una sociedad anónima de gestión de estibadores portuarios (sagep) y contratar a los trabajadores de esa sociedad.

En esa adaptación obligada están trabajando ahora el Gobierno español y la Comisión Europea, explica Schinas. El portavoz de la CE aseguró que las discusiones "avanzan" y confió en llegar a una "solución". La CE quiere tranquilizar a las empresas, al asegurar que buscará una fórmula que impulse la competitividad de los puertos, que según un informe de la Plataforma de Inversores Portuarios se ve lastrada por el sistema actual de estiba, que supone el 53% del total de los costes de manipulación de las mercancías , muy por encima del 38,8% de la media de Europa. Pero la CE también quiere tranquilizar a un colectivo de 6.150 trabajadores que temen perder sus puestos, un tercio de ellos en el puerto de Algeciras.

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