Los países de la Unión Europea concluyeron ayer la segunda jornada de la negociación sobre las cuotas pesqueras en aguas atlánticas para 2017 sin alcanzar un acuerdo, por lo que la negociación se mantenía de madrugada tras el cierre de esta edición.

La negociación quedó atascada tras el "no" de los países a una primera propuesta de compromiso presentada a primera hora de ayer por la presidencia del Consejo de la Unión, que ejerce Eslovaquia este semestre.

Aunque no se produjo un rechazo general, España y una mayoría de países se opusieron parcialmente a la propuesta y reclamaron mejoras para muchas de las especies, según indicaron fuentes europeas.

Tras el rechazo a esa primera propuesta, los ministros celebraron nuevas reuniones trilaterales -con el Consejo y la Comisión Europea- y bilaterales -entre países-, a la espera de un nuevo texto que se plantearía a los líderes anoche, aunque la negociación podría durar horas.

España se mostró muy defensiva para que se tenga en cuenta "el impacto económico y social" de estos TAC y que este sea "uno de los motores de la negociación", según las fuentes. La ministra española de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, mantuvo encuentros bilaterales con sus homólogos francés y portugués. El lunes ya se había entrevistado con esos mismos ministros, así como con el titular irlandés.

Francia se alineó durante el consejo con la petición española de reducir los recortes a la cuota para la merluza sur y el jurel de la zona VIII (Golfo de Vizcaya). En la primera propuesta de compromiso, la presidencia planteó cambios en 30 de los TAC presentados por la Comisión, incluido el de la merluza sur, para la que limitó la rebaja al 20% (frente al 36% que pide la Comisión).

Otras mejoras planteadas para España fueron reducir la bajada en las capturas del gallo en Gran Sol y aguas de Irlanda (del 28% al 25%) y del gallo del VIIIc (del Golfo de Vizcaya a Fisterra), que pasaría del 25% al 15%, según las propuestas.