"Parece que ya es un hecho la constitución de esta gran importante compañía". Así lo publicaba DiariodeCádiz el 1 de diciembre de 1916, mes y pico después del 25 de noviembre, fecha en la que se sitúa el nacimiento de Trasmediterranea.

Con un capital inicial de 100 millones de pesetas se constituyó la empresa, que este mes cumple sus primeros cien años de vida. "¿Cuáles son los propósitos de esta empresa? Helos aquí, según una auténtica información de El Mercantil Valenciano". Así se contó ese primer día de diciembre ocupando, ni más ni menos, columna y media de la portada de Diario de Cádiz.

En esa portada, se cuenta que Trasmediterránea nació de la fusión de la Compañía Valenciana de Vapores Correos de África, que aportó 18 buques "y cinco en construcción", con Ferrer Peset Hermanos, con sus 15 barcos, Vapores Tintoret, de Barcelona, que sumó a la nueva compañía siete buques, y, finalmente, la Sociedad de Navegación de Industria de Barcelona, "con sus talleres Vulcano y cinco vapores".

Ahora, tras cien años de vida, la naviera prepara una serie de actos en los que quedará patente la participación real de esta compañía marítima en el funcionamiento no sólo de buena parte de los puertos de España sino en la historia económica del país.

Pero, más de cerca, en esta mesa redonda organizada por el Grupo Joly (editor de este periódico) de la mano de Trasmediterranea, unos pocos protagonistas de esta historia contaron experiencias que reflejaron la relación de Cádiz y su puerto con la centenaria compañía.

Los encargados de dar la bienvenida a los ponentes, así como a un nutrido público que llenó ayer uno de los salones de actos del Palacio de Congresos de Cádiz, fueron el consejero-director general de Trasmediterranea, Mario Quero; el presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, José Luis Blanco, y el director general de Grupo Joly, Tomás Valiente.

A partir de ahí, moderados por el historiador e investigador naval Juan Carlos Díaz Lorenzo, autor del libro Historia de Trasmediterranea, fue la narración de ocho actores los que describieron la vinculación de la naviera con Cádiz.

El primero de ellos fue Julio Molina, presentado como "abogado y escritor costumbrista y marítimo", que le dio la pincelada gaditana a una intervención en la que la figura del personaje del "embarcao" hizo sonreír a buena parte del numeroso público asistente. Narró Molina lo que significaba para su familia y para la ciudad la llegada de estos "embarcaos", que arrivaban a Cádiz "con algunos duros ahorrados y algunos más en productos de estraperlo que traían en sus sacas de ropa sucia, en las que los aduaneros preferían no meter la mano". Eran los últimos años del XIX y principios del XX.

Por su parte, Antonio Fernández Pardo, director de Proyecto de Navantia en la construcción de los buques Fortuny, JoséMaríaEntrecanales y Baleares, describió el paso histórico que supuso la mejora en la calidad de los ferries de Trasmediterranea que, cada vez eran más parecidos a un "minicrucero". Fernández Pardo recuperó emocionado su crónica personal, sobre la partida del buque Sorolla, tras su construcción en el astillero gaditano, que se despedía de sus trabajadores, a los sones de las habaneras de Cádiz.

José Ramón Mazo y Gumersindo Iglesias anotaron lo que ha supuesto Trasmediterranea en la vida de sus empresas, Grupo Mazo y Transportes Sindo, respectivamente.

El director de Acciona Logística, Carlos Gómez, habló de que la "agilidad documental" que caracteriza los procesos burocráticos para los embarques de las mercancías que parten desde Cádiz hacen que el puerto gaditano sea "la mejor opción" para traficar con Canarias. De ahí la idílica relación que mantiene Cádiz con Trasmediterranea, tal y como describió en su presentación en presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, José Luis Blanco, que dijo que esta relación es "como los matrimonios antiguos", "para toda la vida".

Juan Moreno, director de la Escuela de Ingeniería Marítima, Náutica y de Radiocomunicaciones de la Universidad de Cádiz (UCA), subrayó la aportación de Trasmediterranea en la formación de buena parte de los marinos que salieron de sus aulas.

Federico Esteve Jaquotot, presidente de honor del Clúster Marítimo Español, y presidente de Trasmediterranea entre 1978 y 1986, fue el encargado de clausurar la mesa redonda. De su charla, repleta de detalles, destacó la importancia que supuso la apertura de la autopista Cádiz-Sevilla, en marzo de 1973, para el espectacular despegue de los tráficos con Canarias, de la mano de la compañía Trasmediterranea.