NAVIERAS | Las primeras conexiones con el norte de áfrica datan de 1736

Cien años de Trasmediterránea en Algeciras

  • La compañía conmemora su centenario, con presencia permanente en la ciudad El 'Victoria', de 1952, fue el primer transbordador hecho en España por la empresa

Este año se cumple el centenario de Compañía Trasmediterránea, que desde el primer momento ha permanecido ininterrumpidamente en aguas del Estrecho. Dotada de una flota modernísima, hoy es la primera naviera de pasaje de Europa.

Los antecedentes de una línea regular de pasajeros en el Estrecho hay que buscarlos en la construcción por encargo de la Compañía Trasatlántica Española del vapor Joaquín del Piélago. Fue botado en la factoría de Matagorda de Puerto Real en 1895 y destinado a la ruta de Cádiz a Tánger, con escalas en Algeciras y Gibraltar y también cubrió la línea de Cádiz a Málaga, asimismo con escalas en el Estrecho.

La línea de Algeciras a Ceuta, desde mediados del siglo XVIII, continuaba servida por pesqueros tipo faluchos o por jabeques adaptados para el tráfico de mercancías y pasajeros, entre ellos el correo Santa Rita, del que tenemos constancia que operaba en 1736, propulsados a velas y a finales del s. XIX por barcos mixtos de velas y vapor.

Fue en 1909, dada la presencia de España en el norte de África, cuando el Gobierno sacó a concurso las líneas del Sur de España con el continente africano, siendo adjudicada la zona del Estrecho a la Compañía Valenciana Vapores Correos de África. Para su explotación adquiere tres lujosos yates a vapor ingleses que fueron remodelados para el servicio de pasajeros.

El buque Teodoro Llorente fue el encargado de cubrir la línea de Algeciras a Ceuta. El buque J.B. Llovera la línea de Tánger y se hundió en 1926 en el Estrecho tras colisionar con otro buque de la misma compañía, resultando ileso el escaso pasaje que llevaba. Junto al buque General Fernández Silvestre, de la misma compañía y clase, marcaron un hito en la navegación de pasajeros entre las dos orillas del Estrecho. Con una máquina de 350 CV y 57 metros de eslora tenían capacidad para 83 pasajeros. El buque Teodoro Llorente estuvo en servicio hasta 1927, en que llegaron los nuevos buques de la Compañía Trasmediterránea. En efecto, en noviembre de 1916 Vapores Correos de África se integró en la constitución de la nueva naviera, hoy centenaria y tan ligada a las dos ciudades españolas del Estrecho.

En los astilleros valencianos se construyeron por encargo de Trasmediterránea dos modernas motonaves propulsadas por motores diesel. Podían alojar a unos 150 pasajeros y recibieron los nombres de General Sanjurjo y Miguel Primo de Rivera. Destinadas a los servicios del Estrecho, las populares "palomas" entraron en servicio en 1927, las cuales con la llegada de la II República se renombraron Ciudad de Ceuta y Ciudad de Algeciras.

Ambos buques participaron en el llamado "convoy de la victoria" del 5 de agosto de 1936, trasladando tropas y material desde Ceuta hasta Algeciras. Durante la posguerra continuaron en servicio en el Estrecho hasta 1953 en que pasaron a las islas Canarias y Guinea Española. El buque Ciudad de Algeciras pasó después a Baleares donde terminó sus singladuras en 1975, siendo comprado por una asociación de marinos y atracado como club social en el puerto de Gijón, pasando al desguace en 1984.

En 1952 entró en servicio en la línea Algeciras-Ceuta el primer transbordador construido en España por encargo de Trasmediterránea; se trataba del Victoria, al que se unió un año más tarde su gemelo Virgen de África. Estaban propulsados por dos motores con una potencia total de 5.300 CV y medía una eslora de 100 metros. En 1961 se incorporó otro buque de la misma serie llamado Ciudad de Tarifa. Además de innovaciones técnicas presentaban la gran novedad de la entrada de vehículos por la popa, lo que supuso un gran impulso al tráfico de pasajeros y mercancías entre España y África. Dotados de cómodos salones y restaurantes, en ellos embarcaron miles de grupos turísticos que desde la Costa del Sol se dirigían a Marruecos.

El buque Victoria fue dado de baja en 1981 después de colisionar en 1974 con un petrolero en la bahía de Algeciras y el buque Virgen de África cesó en sus servicios en 1986 después de embestir el muelle de Algeciras en 1984. El Ciudad de Tarifa sufrió un grave percance en 1963 en la bahía algecireña a causa de un fuerte temporal; fondeado cerca del puerto en espera de poder atracar la galerna arrastró el ancla y el buque sin gobierno fue a encallar en unos bajos. Un año más tarde se hacía de nuevo a la mar para la línea Algeciras-Tánger. Fue vendido en 1984 a un naviera griega que lo rebautizó Apollon y en 1986 se hundió en los astilleros de Perama, donde no se ha podido recuperar. Sin duda han sido los tres buques de mayor rendimiento de las líneas del Estrecho. A finales de los setenta, Trasmediterránea compró dos ferries a Naviera Aznar, dotados de amplios salones para el pasaje, con gran capacidad de vehículos; fueron renombrados Ciudad de Ceuta y Ciudad de Zaragoza. El primero de ellos acabó sus días en el año 2000 después de protagonizar el más grave accidente en aguas del Estrecho, con resultado de cinco muertos y diversos heridos. Fue abordado el día de la virgen del Carmen de aquel año, en una cerrazón de niebla, por el buque Ciudad de Tánger, también de Trasmediterránea, que empotró su proa en los salones delanteros del barco.

En 1985, Trasmediterránea compró para sus líneas del Estrecho el buque Bahía de Cádiz de la naviera Isnasa, pasando a denominarse Ciudad de Algeciras. Lo tuvo bajo su bandera hasta 2001 en que se integró en un consorcio de navieras del Estrecho para la carga con Ceuta. Después de pasar por otras navieras fue desguazado en 2012 en Turquía.

A finales de los ochenta llegaron a la línea Algeciras-Ceuta las primeras embarcaciones de gran velocidad, servidas en principio por buques tipo hidrofoil, con capacidad para 200 pasajeros y 32 metros de eslora y en los noventa Trasmediterránea encargó a los astilleros de San Fernando la construcción de tres buques tipo fast-ferry, con casco de aluminio y 92 metros de eslora, que unían a la alta velocidad de 34 nudos, la capacidad de transportar 87 vehículos y 450 pasajeros. Prototipo de esta serie fue el Albayzin, al que siguieron el Almudaina y Alcántara.

Con el siglo XXI se privatiza Trasmediterránea, en manos del Estado desde 1978, y anteriormente con un contrato especial por las líneas de ultramar, pasando en 2002 a ser propiedad de un consorcio liderado por el grupo Acciona. Se insiste en los buques de gran velocidad, del tipo catamarán, construidos en Australia, caso del Alborán adquirido a Buquebus y Millenium Dos, con 92 metros y capacidad para 900 pasajeros.

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