flamenco

Una obra minuciosa

  • El joven guitarrista granadino David Carmona publica su primer disco en solitario, producido por Manolo Sanlúcar

La taranta es un toque muy libre, sin duda el más libre de esta obra. Con mucho espacio, mucho aire y los silencios de rigor, algo francamente inusual en el toque flamenco actual. Una obra minuciosa, íntima en algunos pasajes y solemne en otros, que huye por instinto de los tópicos de la guitarra flamenca actual. De sencilla y equilibrada composición. En la misma línea Búscate por ahí ya sin adscripción genérica alguna. Carmona podría elaborar toda una suite flamenca sobre esta base bimodal de los estilos levantinos.

Pero, por ahora, nos conformamos con este par de temas espléndidos. La guitarra suena con una naturalidad pasmosa, sin la reverberación metálica a la que estamos acostumbrados en los últimos años. Suena a palo y a dedos. El tiempo se detiene en esta composición morosa, sentimental, luminosa y genuina.La soleá es otra entrega redonda y deslumbrante, pulcra y perfecta. Las Bulerías del mixolidio cierran esta parte del disco producida por Manolo Sanlúcar con un guiño a Locura de brisa y trino la obra más rompedora del tocaor gaditano, sugerida incluso en el título de este disco. En ella se rompe el puro concertismo de las entregas anteriores para incorporar las palmas de Los Mellis y Carlos Grilo y las percusiones de Agustín Diassera. Es un tema elocuente y directo, con mucho sabor y buen humor ya que por su tonalidad está relacionado con los estilos gaditanos. La segunda entrega por bulerías de la obra, en tono flamenco, está producida por el propio David Carmona (Granada, 1985), como el resto de esta segunda parte del disco.

Los tres temas restantes, producidos como decíamos por el propio tocaor, son estilos festeros con invitados al cante de relumbrón. El primero de ellos es Estrella Morente, que dice los tangos Desgranar. La sanluqueña Carmen Molina canta por alegrías De Sanlúcar al Tesorillo. Estas obras, aunque producidas por el discípulo, evocan no obstante las maneras y el buen gusto del maestro Manolo Sanlúcar. Se trata de dos temas contundentes, plenos de ritmo y de energía. Se cierra la obra con la voz de Arcángel en un tema a ritmo de soleá.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios