El diccionario de la Real Academia Española de la Lengua recoge el significado, entre otros, de la palabra buitre como "Persona que se ceba en la desgracia de otra .Igualmente, el término buitrear se interpreta como "gorronear" o "aprovecharse" .Estoy en profundo desacuerdo con estos significados.

Todos sabemos que el buitre es una rapaz necrófaga. Aquí, en nuestra provincia, el buitre por antonomasia es el buitre leonado. En la Península Ibérica conviven cuatro especies: el quebrantahuesos, el alimoche, el buitre negro y el leonado. En Cádiz nada más que quedan hoy en día el leonado y el alimoche. Nuestro buitre (Gyps fulvus) es muy abundante, más de 2.000 parejas reproductoras, lo que hace que seamos la cuarta provincia de España en número de parejas. Desde finales de la década de los setenta del siglo pasado, gracias al jerezano Olegario del Junco y su equipo, la población está muy estudiada. Poseemos al oriente de nuestra provincia grandes tajos y cortados donde nidifican estos animales. Y además somos una gran provincia ganadera, sobre todo en régimen extensivo, o sea en libertad aprovechando los pastizales del este de la provincia y la comarca de la Janda. Hace miles de años, cuando una res salvaje moría, acudía primero el buitre negro, que con su fuerte pico desgarraba la dura piel, luego venía el leonado para comer las partes blandas del cadáver, a continuación el alimoche para aprovechar tendones, pellejos y los pequeños trozos de carne que restaran, y finalmente el quebrantahuesos tragaba la parte ósea del cadáver y el campo quedaba limpio.

Los buitres, pues, han hecho de basureros del campo, evitando transmisión de enfermedades. Han sido aliados del ser humano en su labor profiláctica de hacer desaparecer carne muerta del campo. La Naturaleza, como siempre, ha sido sabia. Deberíamos reflexionar y pensar que a esas ancestrales acepciones que le hemos adjudicado a esas especies nos las deberíamos aplicar a nosotros. A los humanos. Con total justicia.