Cuenta Mariano Ganfornina que la primera vez que entró en el archivo de la parroquia de Nuestra Señora de la Oliva, en Lebrija, fue buscando el origen de su apellido. Su bisabuelo procedía de la localidad y, según pudo comprobar, ahí surge y se pierde la pista del patronímico. Aunque, al final, esas visitas al archivo lebrijano han derivado en algo más que en una curiosidad familiar. Ganfornina -un electricista del servicio de mantenimiento de la Universidad de Sevilla, que está estudiando Geografía e Historia para canalizar su afición a la genealogía y la implicación con este registro- se ha convertido en uno de los impulsores de una peculiar iniciativa ciudadana: un proyecto para digitalizar, conservar y hacer más accesible el que es uno de los archivos de este tipo más antiguos de Sevilla y con menos lagunas. Los documentos más viejos son 1509. No se ha perdido nada. Ni siquiera durante los episodios de la Guerra de la Independencia o la Guerra Civil.

El proyecto se está gestando desde 2010, cuando un grupo de habituales en el archivo parroquial empezaron a preguntar quién, cómo y en qué condiciones podría hacerse cargo de algo así. Y empieza a tomar forma ahora, cuando se ha puesto en marcha una campaña de crowdfunding o de captación de fondos a través de donaciones por internet. El enlace es http://lanzanos.com/proyectos/digitalizacion-libros-parroquiales-lebrija .

Cuentan con el apoyo de la Asociación de Genealogía Hispana, cuyo presidente, Antonio Alfaro de Prado, está en la plataforma que se ha constituido, junto a Manuel Romero Tallafigo, catedrático de área de Ciencias y Técnicas Historigráficas de la Universidad de Sevilla; Luis Ramos Pascualvaca, licenciado en Historia; el arquitecto Juan Antonio Caro; y Tania Millán, colaboradora de la empresa Destino Lebrija y graduada en Historia; la vicepresidenta de la Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios de Lebrija, Dolores Bernal; y Carmen Tejada, además de Ganfornina. El reto es reunir 10.000 euros para cubrir los 8.000 que necesitan para la captura de más de 50.000 imágenes. El otro 10% es lo que se lleva la plataforma. El enlace está activo desde el viernes, cuando la campaña se presentó en la Casa de la Juventud de Lebrija con la asistencia, entre otros, del alcalde; el párroco; el presidente del Consejo y Hermandades o el de la fundación Elio Antonio de Nebrija.

Ganfornina explica que llegar hasta aquí no ha sido fácil. La digitalización se planteó en primera instancia al párroco, que remitió al Arzobispado. Ante la falta de fondos, pensaron en el crowdfunding . Atendiendo a los procesos de este tipo, se les pidió que hicieran una descripción archivística en colaboración con Nuria Casquete de Prado, directora de la Institución Colombina y del Archivo General del Arzobispado de Sevilla.

Por cada donación y en función de la cuantía, se han previsto distintos premios o recompensas. Por 5 euros, el donante recibirá una carta de agradecimiento; por aportar 10 euros se ofrece además una visita guiada a la parroquia; por 20, se suma una consulta en los índices tras la digitalización; por 30 se añade una tapa gratis en un bar de Lebrija; por más de 100, se regalará un plano histórico; por 150, se incluirá un ejemplar del libro Lebrija Ilustre, de Javier Castilla Guerra; y por más de 200 se sumará otro volumen, Patrimonio artístico de la Iglesia de Nuestra Señora de la Oliva, de María Dolores Barroso.