Francisco Mena · presidente de la coordinadora alternativas y portavoz de la plataforma 'por tu seguridad, por la de todos'

"El problema del narcotráfico no se puede circunscribir sólo a La Línea"

  • "El ministro del Interior tiene que venir al Campo de Gibraltar a dar la cara", señala

El preocupante auge del narcotráfico en La Línea, agravado por el fallecimiento del oficial de la Policía Local Víctor Sánchez en una persecución a una motocicleta que transportaba tabaco de contrabando, ha provocado que el Gobierno central haya reforzado la seguridad en La Línea con la llegada de nuevos agentes. La situación, con policías agredidos, provocó la creación de la plataforma Por tu seguridad, por la de todos, en la que 21 entidades se han unido para luchar contra esta lacra. Francisco Mena, presidente de la Coordinadora Alternativas, es el portavoz de esta plataforma, que tiene mucho que decir.

-¿Es el peor momento que vive La Línea en cuanto al narcotráfico?

-No. Esta situación ya la vivimos en La Línea en el año 90. Fue muy similar a la actual. Fundamentalmente fue una pérdida de autoridad total por parte de los cuerpos de seguridad del Estado. En esa época era sobre todo por contrabando de tabaco, pero tenía el mismo reflejo que ahora.

-¿Cómo se le puso solución entonces?

-Como ahora, se mandaron los cuerpos especiales de la Guardia Civil, entonces los GRS, que prácticamente tuvieron tomada policialmente La Línea durante nueve meses. Pero además otra decisión importante fue la que tomó Gibraltar de prohibir en sus aguas las Phantom, las embarcaciones que sacaban el tabaco del Peñón a La Línea.

-¿Ahora es factible que se prohíban las embarcaciones que transportan el hachís?

-Nosotros creemos que sí. Se tienen que prohibir este tipo de embarcaciones en las aguas territoriales españolas. Una narcolancha solo tiene una finalidad. Esa embarcación no sirve para recreo, para pesca o para llevar pasajeros. Estructuralmente vienen hechas para eso. Entendemos que hay que regular este tipo de embarcaciones y que se prohíba su venta. Embarcación que se pille en aguas españoles, incautada. Esa es una de las medidas que solicitamos en el documento que hemos elaborado las 21 organizaciones de la plataforma Por tu seguridad, por la de todos.

-También piden que la comarca se considere zona de especial conflictividad.

-Nosotros la llamamos zona de especial singularidad porque no queremos utilizar términos para estigmatizar más al Campo de Gibraltar. Es una figura que se contempla dentro del estado de derecho de este país, que se ha utilizado, por ejemplo, en el País Vasco. Esa medida conlleva que para cualquier agente de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado sea atractivo venir a esta zona. Muchos agentes vienen al Campo de Gibraltar de forma temporal, donde ganan lo mismo que en Cuenca o Guadalajara, pero aquí hay mucho más trabajo y mucho más riesgo. Aunque no hay dinero suficiente para pagar su magnífica labor, que al menos les compense económicamente. Habría más estabilidad en las plantillas porque cuando ya saben moverse por la zona se van.

-¿Qué le parecen los refuerzos que han llegado a La Línea?

-La medida nos parece positiva. Ya advertimos que si no se tomaban medidas adecuadas nos íbamos a encerrar en la oficina de la Administración General del Estado. En principio creemos que hay una respuesta adecuada y urgentes. Además vemos que empiezan a cambiar actitudes porque hasta hace 15 días había una negación del grave problema que hay en el Campo de Gibraltar y, fundamentalmente, en La Línea. Lo único que queremos es que los agentes estén aquí el tiempo suficiente para reconducir la situación, pero además de eso entendemos que hay una serie de medidas que hay que tomar por parte de las distintas administraciones.

-¿Cuáles son?

-Hemos hecho un memorándum. Creemos que se debe establecer un juzgado especializado en narcotráfico, que llevamos años solicitando. Otra medida urgente es que cada agente de cualquier cuerpo de seguridad tenga un chaleco antibalas personalizado porque se están jugando la vida. Eso se está viendo en las aprehensiones de armas. Tampoco puede demorarse que en La Línea la Policía Nacional tenga vehículos adecuados. Con las embestidas que están sufriendo y con las persecuciones por caminos rurales necesitan vehículos todoterreno. La unidad del Greco, que en su día funcionaba en el Campo de Gibraltar, tiene que volver. No es lógico que el Greco de la Costa del Sol esté haciendo más operaciones aquí que en su base. Es muy urgente que la Udyco, la EDOA (unidades de la Policía Nacional y la Guardia Civil especializadas en crimen organizado y drogas) y Vigilancia Aduanera se refuercen para llegar a la cabeza del problema, que es el dinero procedente del narcotráfico. Hay cifras por ahí que hablan de que se mueven 300 millones de euros al año, es una cantidad muy importante y hay que llegar a ese dinero para acabar de verdad con el narcotráfico.

-También es importante ahí el papel de la justicia.

-Judicialmente hay que dar la respuesta adecuada, desde el respeto a las decisiones que toman los jueces, pero el Código Penal establece condenas suficientemente claras cuando se produce alguna agresión a agentes de la autoridad. Hemos visto que un juzgado de La Línea ha pedido prisión incondicional inmediatamente para el agresor de un policía. Lo que no puede ser es que a un guardia civil le den una paliza y que por 1.500 euros estén en la calle. Eso es imprensentable. Por eso hace falta aquí un refuerzo judicial para que los juicios no tarden mucho en salir y se pueda dar una mejor respuesta.

-¿Hay más delitos relacionados con el narcotráfico en La Línea que en otras localidades de la comarca?

-No se puede circunscribir solo a La Línea, volveríamos a caer en el error porque el narcotráfico tiene la capacidad de reinventarse todos los días. En el momento que ven que hay mucha presión en La Línea empezarán a hacer su negocio por Guadacorte, Palmones, Guadarranque, Puente Mayorga o las playas de Algeciras o Tarifa. Hay una globalidad que hay que afrontar.

-¿El principal problema de La Línea es que los alijos y persecuciones se realizan en zonas urbanas?

-Sin duda. En La Línea se alija en playas urbanas y se visibiliza más. Pero el problema del narcotráfico no es solo en La Línea. Se está alijando en Palmones, en Algeciras y en Tarifa, y se guarda droga en los pueblos del interior. Pero en estas zonas se ve menos. En La Línea esto no es nuevo, pero antes se hacía con menos descaro y menos impunidad. Era en invierno, cuando no había gente en la playa, y de noche. Pero cuando se pierde el principio de autoridad entra la impunidad. Ahora mismo lo hacen donde quieren, cuando quieren y a la hora que quieren. Eso empezó el verano pasado, con las playas llenas de familias con sus niños, con una embarcación que se permitió descargar la droga en la orilla ante el estupor y la alarma de la gente que estaba allí en ese momento. A partir de ahí descubren que pueden hacerlo cuando quieren. Hay que evitar esa impunidad y la alarma social.

-¿Ha influido la narcobarrera en que se desplace el problema a La Línea?

-No. El Guadarranque fundamentalmente se utilizaba como base logística, aunque también se alijaba droga. En los narcoembarcaderos guardaban las embarcaciones, las reparaban y le hacían modificaciones. Allí todo lo que ocurría tenía poca visibilidad. Solo se enteraban los vecinos de Guadacorte y de la Estación de San Roque, que son muy poquitos y que no denunciaban nada por miedo. Cerrar el Guadarranque le ha dado visibilidad al problema. Por ejemplo el otro día un remolque con una embarcación se empotró en un coche en La Línea. Si no estuviera la barrera, no hubiera pasado. Estamos muy contentos con la barrera, aunque sabemos que la van a seguir saboteando y que hay que ponerle más medios. Pero el problema hay que abordarlo desde la globalidad y desde todas las administraciones porque esto no se soluciona solo con medidas policiales y judiciales.

-Precisamente el delegado del Gobierno planteaba la creación de una mesa para impulsar medidas de regeneración social.

-Estamos de acuerdo. Tiene que haber medidas sociales en la barriadas más deprimidas, que son el caldo de cultivo para que la gente se vaya al narcotráfico. Nosotros lógicamente no lo justificamos, pero es la realidad. Hay que dar oportunidades de empleo y futuro a quien las quiera. Ojo, porque habrá gente que no las quiera, pero nunca podrán tener la justificación de que están en esto porque no encuentran otro medio de vida. Si están en esto es porque quieren ganar mucho dinero trabajando poco. Todas las administraciones tienen que elaborar un plan integral para abordar la situación de los barrios más vulnerables, como La Atunara, Los Junquillos, Las Palomeras, o en Algeciras en la zona sur, que hay situaciones de exclusión social que hacen que se justifique el hecho de estar en el narcotráfico.

-¿Quién debe estar en esa mesa?

-Debe estar compuesta, además, por los representantes de los agentes policiales y por las asociaciones contra la droga del Campo de Gibraltar para poder transmitir nuestra visión y nuestro conocimiento. Y que todos los integrantes actúen siempre desde la lealtad institucional. Nosotros siempre hemos sido muy leales en la lucha contra el narcotráfico. No debe ser una lucha partidista y debe estar siempre fuera del debate político. Debemos estar todos a una porque nos afecta a todos por igual. Por eso nos satisface mucho la unanimidad que hubo en la Junta de Comarca para aprobar todas las medidas contra el tráfico de drogas que se presentaron el pasado lunes.

-Debe ser complicado encauzar a la gente que tiene el dinero fácil con el narcotráfico.

-Por eso lo que nosotros queremos es que la gente no entre en este mundo. Una vez que ya se dedican al narcotráfico es complicado que se pasen a un trabajo normal. A una persona que se acostumbre a ganar en un rato 3.000 euros, ¿cómo le ofreces después un trabajo de 900 euros trabajando 12 horas, como hay mucha gente? Tenemos que evitar que la gente entre en ese mundo.

-¿Y eso cómo se puede evitar?

-Deben tener la oportunidad de acceder a un trabajo normalizado porque una vez que entran en ese mundo después es complicado salir. Habrá gente que seguirá queriendo el dinero fácil, y ante estas situaciones pedimos contundencia.

-¿Está llegando la situación a ser como en las rías gallegas en los años 90?

-Es muy similar. Aquí hay muchas bandas organizadas, y lo que no queremos es que puedan dar lugar a que se estructuren mafias en la zona, que produzcan un deterioro social muy importante. La intervención tiene que ser ya, no podemos esperar más, porque una vez que esas estructuras mafiosas se introducen en la sociedad es muy difícil que se puedan erradicar. Empiezan a comprar voluntades o a meter dinero fácil y rápido en la economía y eso crea afinidades. No queremos que eso ocurra y entendemos que la respuesta debe ser rápida y contundente. Ahí puede jugar un papel muy importante Vigilancia Aduanera, que tiene acceso a la información fiscal de cualquier contribuyente. Lo que no puede ser es que en los últimos años haya disminuido su número de integrantes y que para la investigación del blanqueo de capitales haya prácticamente dos personas.

-¿Se está a tiempo para evitarlo?

-No se tenía que haber llegado a esta situación porque ya le ha costado la vida a un padre de familia. Venimos advirtiendo que se podía llegar a esto desde que entró la crisis. Dijimos que iba a aumentar el narcotráfico, y ahí están las hemerotecas. Dicen que un problema no aceptado siempre es un problema no resuelto, y como la Administración del Estado no lo admitía, no lo resolvía. Hasta hace prácticamente un mes todos hemos escuchado que lo que pasaba en el Campo de Gibraltar era puntual, como si esto pasara una vez al año. El delegado del Gobierno está haciendo su trabajo, pero entendemos que el ministro del Interior (Juan Ignacio Zoido) tiene que venir aquí a dar la cara. Vive en una población muy cercana al Campo de Gibraltar (en Sevilla), debe venir aquí y reunirse con los alcaldes y con los colectivos sociales. En anteriores legislaturas he tenido varias reuniones. Con Rubalcaba tuve tres encuentros en Algeciras. Si el ministro no quiere venir, que nos diga cuándo y dónde para explicarle la situación. Los servidores públicos se deben a los ciudadanos y nosotros representamos a esa sociedad civil, que el otro día en La Línea por fin salió a la calle.

-¿Le parece que el detonante de la reacción del Gobierno fue la muerte del policía local?

-Eso es lo más lamentable de esto. Eso es lo que más duele y lo que más nos entristece. Por eso no queremos que haya ni una muerte más, ni en un bando ni en el otro. Para nosotros el respeto a la vida es lo más importante. Nos preocupan mucho los disparos del otro día a una patrullera de la Policía de Gibraltar porque cualquier día va a ocurrir una desgracia en mar o en tierra. Y eso se evita instaurando un principio de autoridad que nunca se tenía que haber perdido.

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