La Línea

Una cosoberanía "diluida" como fórmula para eludir el Gibrexit

  • Investigadores del Real Instituto Elcano plantean un futuro sin Verja y con un régimen fiscal especial extendido a la comarca

Aduana en la entrada a Gibraltar.

Aduana en la entrada a Gibraltar. / erasmo fenoy

Un territorio autónomo pero no independiente, vinculado a la Corona británica y a la española, sin Verja, con régimen fiscal especial y pertenencia a la UE aun después de la marcha de Reino Unido. Esa es la solución para Gibraltar que se propone en dos documentos del Real Instituto Elcano, inspirada en los modelos de Andorra y de las islas de Man y del Canal (Guernsey y Jersey). La fórmula toma de Andorra la peculiaridad de tener dos jefes de Estado (los copríncipes francés y episcopal) pero, mientras que el Principado es un Estado independiente, esta propuesta mira a las islas de Man y del Canal, territorios muy autónomos pero no independientes, que no pertenecen a Reino Unido pero están vinculados a él por ser dependencias de la Corona.

Para los aspectos prácticos de la vida diaria se mira a un tercer ejemplo: los de Büsingen y Campione d'Italia, territorios de soberanía alemana e italiana, respectivamente, pero enclavados en Suiza, que los ha acogido en su área aduanera, con asistencia sanitaria y competiciones deportivas. La mayor parte de los asuntos cotidianos, como policía, moneda, educación o transporte público, se realiza de manera compartida.

Habría competencias compartidas con Reino Unido y doble nacionalidad

Esta imaginativa fórmula para el Peñón la describe el investigador de Elcano Ignacio Molina en su análisis Gibraltar: una posible solución de soberanía difuminada y funciones compartidas y figura también en el documento más amplio España ante el Brexit que este firma junto a Salvador Llaudes, Miguel Otero Iglesias y Federico Steinberg. Molina, Llaudes y Otero, junto a la también investigadora de Elcano Iliana Olivé, comparecieron ayer a puerta cerrada ante la ponencia sobre el Brexit creada en la Comisión Mixta Congreso-Senado para la UE. Esta "solución imaginativa" parte de la idea de que el Brexit brinda una oportunidad para dar pasos sobre Gibraltar, porque para España es una preocupación "mediana", según el documento, pero para el Peñón sí tiene "importancia y urgencia" resolver su estatus en relación con Europa.

Una vez rechazada la propuesta de cosoberanía que hizo España en 2016 para que Gibraltar no tuviera que dejar la UE, el autor apuesta por una cosoberanía difuminada o diluida, en forma de un "territorio especial muy autónomo" y "vinculado a dos coronas", una de ellas, la española, la de un país que seguirá en la UE después de 2019. De este modo, en lugar de que la bandera española ondease en el Peñón, se arriaría la británica -como en Man- y se diluiría la alusión a donde reside la soberanía, el territorio no abandonaría la UE y los gibraltareños votarían en España en las elecciones al Parlamento Europeo.

También avisa de que el ascendente español sobre Gibraltar no debería limitarse a dar cobertura formal a su permanencia en el mercado interior europeo, "o a colocar un retrato de Felipe VI junto al de Isabel II en los despachos oficiales", sino que tendría que haber un ejercicio efectivo de una competencia compartida con Reino Unido en política exterior, control de las fronteras, inmigración y asilo y defensa; aunque la base militar, que podría seguir siendo de uso prioritario británico, no lo sería en exclusividad, siguiendo el modelo de Rota (en este caso, con EEUU). Existiría la doble nacionalidad y, para todas las demás cuestiones en que las autoridades gibraltareñas no fuesen autosuficientes, se aplicarían soluciones prácticas como las de Suiza. No habría ningún control en la frontera y el régimen fiscal especial, aunque compatible con las normas europeas, podría ampliarse a todo el Campo de Gibraltar.

El informe sostiene que España "debe articular con inteligencia y sin demasiadas rigideces" su posición respecto a Escocia en el caso de que esta pidiese una solución flexible para seguir en el mercado interior, algo que en la UE nadie ha planteado esa posibilidad "por no abrir la caja de Pandora", como sí ha hecho con Irlanda del Norte.

Los autores señalan que España prioriza la solidaridad intraeuropea al aceptar la petición irlandesa de que Irlanda del Norte regrese a la UE si se reunifica con la República de Irlanda. Pero, si Escocia pidiera un trato especial, u optase por la independencia para pedir el ingreso, tienen claro que España no querría, "por razones de política interna", que un territorio se vincule con la UE al margen del Estado al que pertenece o que pueda lograr casi al momento ser un Estado y entrar en la UE.

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