tribuna abierta

Trafiqué con versos

  • La Línea es la amabilidad de sus gentes, sus maravillosas playas

Un olor a sal envolvía mis pensamientos en esta noche de frío, con cada paso mío, atravesar la zona del mercado pasando las nueve y media de la noche da para mucho, para luego trasponer hacia las calles del centro. El olor a sal creo que lo llevo metido en la piel desde que tuve que marchar a otras tierras de interior a vivir en un par de ocasiones.

Entrando por la carretera del Higuerón me asaltaba, lo notaba tanto que no comprendía como a los demás no les pasaba igual. Esta noche también ese mismo olor me ha recordado que por los campos donde se esparce sal, ya nunca crecen las cosas de igual manera. Ha sido el pensamiento recurrente cuando pasaba a esas horas de la noche viendo chinos aquí y allí, donde antes había buen comercio, locales en alquiler, los establecimientos de compro oro. A nuestra cuidad parece que la regaron de sal y que nadie quiere rescatarla, estando a la sombra de Gibraltar, dependiendo de ella.

Detrás de cada falta de respeto hay un pueblo al que hacen oídos sordos los de arriba

Pero esa historia no vende, no se cuenta, en los medios no se cacarea, ni el hospital comarcal y sus problemas, no divierte, ni da morbo. Detrás de cada falta de respeto hay un pueblo al que hacen oídos sordos desde siempre los de arriba. Las personas sólo son personas y la política les pasa por encima ¿Por qué no cuentan la historia de una ciudad fronteriza, en la que no se han creado puestos de trabajo necesarios para desarrollar una economía propia del drama que para muchos supuso el cierre de Gibraltar o de que por ser fronteriza debe contar con una serie de peculiaridades legales? Y que nadie se ocupa del bienestar de este pueblo y nos vamos derrumbando, un poco cada día. Es duro que a nadie le interese nuestra historia.

La Línea es la amabilidad de sus gentes. La Línea son sus maravillosas playas, la buena comida, el mejor tapeo del Campo de Gibraltar. La Línea son sus artistas, literatos, pintores, escultores, bailaores, músicos. La Línea soy yo, tú, él, pero no vendemos. Quiero reivindicar a mi pueblo, donde nací y me crie, de donde tantos de mi quinta sobradamente preparados se tuvieron que marchar por no tener porvenir aquí.

Me encantaría ver a estos pretendidos periodistas y digo pretendidos, porque quien informa debe estar, valga la redundancia informado, mojarse y llevar a los medios, todo lo bueno de esta ciudad, pero sobre todo, contar la realidad tan dura en otros aspectos de esta ciudad. Yo soy de La Línea y orgullosa de serlo, yo soy traficante, sí, de palabras, me dedico a escribir, últimamente trafiqué con versos. Lo confieso.

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