La Línea

Rumbo a tres años de locura

  • Los Locos del Parque prepara su tercer aniversario y demanda la creación de una mesa de interlocución con el Ayuntamiento para mejorar el trabajo mutuo en favor del Princesa Sofía

Nacieron por y para el parque y quieren seguir aportando sus conocimientos de forma altruista para mejorar el pulmón verde de La Línea. El colectivo de acción social Los Locos del Parque prepara la celebración de su tercer aniversario, el próximo mes de junio, con el objetivo de mejorar la coordinación con el Ayuntamiento tras haberse alcanzado ya el primer y más prioritario fin con el que surgió este movimiento social: salvar el Parque Princesa Sofía del olvido y el abandono en el que se encontraba en 2014.

El Princesa Sofía fue construido entre los años 1968 y 1969 como un gran espacio arbolado de unas 16 hectáreas surcado por senderos. A principios de los años 80 se encontraba en grave situación de abandono, al igual que hace ahora cuatro años.

Los voluntarios quieren que se debata sobre el modelo de desarrollo de este espacio público

Los Locos del Parque, organizados a través de las redes sociales, se pusieron manos a la obra formalmente en junio de 2014 pero llevaban meses gestando un movimiento que hoy suma 200 socios estables y un millar de colaboradores entre los que se encuentran ecologistas, ornitólogos, biólogos y otros expertos.

Resulta indiscutible que el parque ha vuelto poco a poco a ser un lugar agradable en el que pasear. Una de las primeras locuras organizadas por el colectivo, en septiembre de 2014, consistió en la retirada de ocho toneladas de basura y la rehabilitación del barco que les sirve de sede.

A día de hoy, cuando la limpieza ya no es el principal problema del recinto, el colectivo sostiene sentirse lo suficientemente maduro como para reclamar al Ayuntamiento de La Línea la puesta en marcha de una mesa de trabajo conjunta en la que estén representados los grupos que hacen uso cívico del recinto.

Los voluntarios apuntan que aunque existe colaboración por parte municipal, lo que agradecen, en ocasiones se dan disfunciones que serían fácilmente solventables -resaltan- con una interlocución permanente. Como ejemplos citan que la entidad local cede tramos de mangueras o carretillas, retira palmeras muertas y prepara los agujeros para las repoblaciones, entre muchas otras gestiones como la retirada de las viejas estructuras metálicas del palenque.

Pero a veces parte del trabajo realizado por los voluntarios se viene abajo por desconocimiento. El colectivo subraya que durante las recientes limpiezas de los planes de empleo se han desbrozado arbustos y plantas que llevaban dos años arraigando por el mero desconocimiento, a pesar de que, apuntan, los voluntarios se habían ofrecido para indicar a los operarios qué zonas habían sido repobladas.

Los locos defienden que la mesa de trabajo por el parque permitiría conjugar su visión y modelo del parque con la municipal y establecer un calendario de acciones estratégicas adaptado a las etapas de las distintas especies para fomentar que la flora autóctona gane cada vez más terreno a especies como los eucaliptos y palmeras o a árboles que se adaptan mal como los alcornoques, por el sustrato del suelo.

Proyectos como el sendero de almendros, con 80 ejemplares, ya son una realidad y ahora quieren poner en marcha una zona con jacarandas, por ejemplo.

El parque es hoy lugar de confluencia para numerosas asociaciones. Colectivos de ornitólogos supervisan el paso de las aves migratorias que encuentran en este oasis un lugar de descanso en el que se dejan ver especies como buitres o águilas culebreras. El verdor recuperado en estos años ha permitido incluso que el parque se integre en las guías provinciales de birding. Los jóvenes aficionados a las bicicletas o al skate también cuentan con su espacio junto con los amantes de los animales. Como proyectos inmediatos, además del aniversario, se celebrarán pruebas deportivas y también trabajan en un jardín botánico en la trasera del auditorio con especies locales para profundizar en la idea de un parque con función social al que poder llevar a grupos de escolares para sus clases de ciencias.

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