Enciclopedia de la LÍNEA

Asociaciones benéficas y de protección (II)

  • TOMO XEl décimo volumen de la Enciclopedia de La Línea está dedicado a la vida social en la localidad, con un repaso a entidades de todo tipo

La ciudad de La Línea ha sido muy prolífica a lo largo de su historia en cuanto a la creación de entidades sociales. Las que se recogen en este apartado se dedican a las benéficas y de protección.

hogar betania (1992)

El Hogar Betania es un centro de alojamiento destinado a personas que viven en la calle de manera habitual y a aquellas otras que por una situación de emergencia o crisis urgente, tienen la necesidad de residir en el centro de forma transitoria. Este centro, como su nombre indica, pretende ser un hogar, donde las personas se sientan como en casa y en familia. Gracias al compromiso y entrega de los voluntarios que están al frente del mismo, este centro ha sido un gran respaldo para muchas personas durante todos estos años.

El centro presta servicios directos como entrevistas, información y diálogo; cena, desayuno, ducha, cambio y lavado de ropa, alojamiento; análisis de cada situación, realización de diagnósticos y planes de actuación personalizada; actualización de documentación así como derivaciones a otros recursos. Los servicios indirectos abarcan la participación en actividades formativas; reuniones de coordinación con entidades colaboradoras; difusión de la campaña de sensibilización del día de los sin techo; campañas informativas y divulgativas en parroquias, asociaciones vecinales y sociales, centros educativos, medios de comunicación social.

Hogar Betania es una asociación sin ánimo de lucro dedicada a acoger a las personas sin hogar y poner a su disposición los medios necesarios para poder tener la oportunidad de normalizar sus vidas. Nos encontramos en la localidad de La Línea de la Concepción, provincia de Cádiz, aunque atendemos a personas que proceden de todo el territorio nacional e internacional, confesión religiosa, género.

Proyecto Nuevo Hogar Betania tiene un acuerdo de colaboración con Cáritas de La Línea de la Concepción. El trabajo que se ejecuta es llevado a cabo por un equipo técnico cualificado y el inestimable trabajo de un grupo de voluntarios y voluntarias.

El centro cuenta con un plan de voluntariado para el centro residencial de inserción para personas sin hogar. Toda la labor de entrega a los desfavorecidos se ha sustentado casi exclusivamente gracias a la figura del voluntario o la voluntaria.

De hecho, el origen del Centro residencial de inserción de personas sin hogar Hogar Betania aparece a partir del albergue Hogar Betania, llevado por voluntarios de Cáritas en la Parroquia de San Bernardo Abad.

Es muy importante destacar que muchas de las actividades que se realizan en el Hogar Betania serían inviables sin la participación de las personas voluntarias que, altruistamente, ceden una parte de su tiempo libre para el colectivo de personas sin hogar. Además los voluntarios aportan sus conocimientos, capacidades, compromisos y emociones.

El proyecto de voluntariado contempla las siguientes actuaciones: diseño, ejecución y evaluación de campañas de sensibilización y captación de voluntariado; asesoramiento, información y formación del voluntario para el desarrollo de su actividad de colaboración; diseño de acciones formativas propias y/o coordinadas con otras redes sociales; acogida y valoración del potencial voluntario; orientación y derivación de los potenciales voluntarios a entidades de acuerdo a las características e intereses de la persona por un lado o por otro lado teniendo en cuenta las posibilidades de participación en las entidades así como seguimiento y acompañamiento de la actividad voluntaria.

Por tanto, debe existir una intención clara de coordinación por todas las partes del grupo, tanto profesionales como voluntarios.

La cordinación del voluntariado puede ser de dos tipos. Por un lado, formativa, lo que abarca reuniones periódicasdonde analizar la marcha de los programas y plantear dudas. Por otro, de consulta, lo que contempla el asesoramiento esporádico de temas de interés. Por último, la coordinación en acción requiere mayor implicación por parte de todos los miembros del grupo, ya que, de manera conjunta han de elaborar, ejecutar y evaluar los programas. Así pues, la participación del voluntario es activa en todo momento, desde la colaboración en actividades propiamente dichas, como en la planificación de éstas.

El papel del voluntariado es importante en todos los ámbitos, y por tanto, su voz, su opinión debe ser tenida en cuenta, mediante una evaluación continua.

Además se tiene que evaluar la formación que recibe el voluntario. Deberíamos evaluar el aprendizaje individual de cada voluntario, el proceso grupal y el funcionamiento del curso (objetivos, contenidos, metodología, profesorado, coordinación,...).

La utilización de instrumentos (fichas, técnicas, listas de asistencia...) nos va a ayudar a recabar información de manera mas organizada, objetiva y completa, facilitando el análisis de los datos a lo largo de la acción formativa y evitando así la perdida de información. Es importante hacer un seguimiento tras la formación para conocer el grado de cumplimiento de los objetivos formativos y comprobar los efectos a largo plazo del aprendizaje. También se deberá realizar una evaluación de este proyecto, valorando si ha sido adecuado, si se deberían haber incluido otros puntos...

Betania desarrolló un plan de voluntariado trianual acorde con el Plan de voluntariado andaluz 2011-2014. Las actividades mantuvieron líneas de trabajo constantes a lo largo de los últimos años.

Pueden agruparse en dos grandes áreas: la de coordinación, que se realiza fundamentalmente mediante reuniones sobre voluntariado. Estas reuniones pueden contar también con expertos, internos o externos, que asesoran a los voluntarios sobre determinados aspectos dentro de este ámbito.

Sobre la formación, el proyecto arciprestal Hogar Betania se encarga de la formación de los voluntarios. Promovemos la inclusión de los voluntarios en oferta formativa externa. El carnet de voluntariado sirve como acreditación a nivel local a los voluntarios de Calor y Café que cada noche recorren las calles de La Línea de la Concepción ofreciendo alimentos, mantas, sacos de dormir, asesoramiento y calor humano a las personas que duermen en la calle.

El voluntariado

Un voluntario es una persona que reúne determinados valores como son:

- El valor de la gratuidad: supone realizar acciones de ayuda a los demás sin recibir nada a cambio, pero lo cierto es que la opinión mayoritaria de los voluntarios es que son ellos, los propios voluntarios los que más reciben en el desarrollo de su labor de ayuda.

- El valor de colaborar: a través del trabajo en equipo y con un alto grado de entrega a los demás.

- El valor de compromiso: para que la labor voluntaria se desarrolle con las máximas garantías.

- El valor de la solidaridad: realizar acciones encaminadas a conseguir el bien de todos y cada uno de nosotros.

- El valor de la justicia social: adopta una postura de denuncia ante las injusticias sociales, potenciando el valor de la justicia social.

- El valor de respeto: aceptar a todas las personas sea cual sea su situación o condición sin juzgarles y siendo comprensivos, apoyando y ayudando a que las dificultades con que puedan encontrarse sean más fáciles de superar.

El voluntario aporta a las perseonas sin hogar una vivencia de amistad y de intercambio emocional y personal. Ofrece a la persona sin hogar la posibilidad de relacionarse con más personas ampliando así su marco de relaciones, experiencias y vivencias. Tiene un efecto multiplicador cuando transmite su experiencia a quienes le rodean: familia, amigos, conocidos. Proporciona nuevas ideas, partiendo de su experiencia y vivencia personal. Aporta valor solidario a la organización en la que participa Servicio de Voluntariado. Con su colaboración reconoce que la labor del movimiento asociativo es necesaria.

El movimiento voluntario se ha intensificado desde la segunda mitad del pasado siglo, por lo que la importancia de esta contribución desinteresada ha sido reconocida nacional e internacionalmente.

Ello implica la necesidad de que exista un marco legal apropiado que regule la acción voluntaria observando un equilibrio adecuado entre flexibilidad y responsabilidad, de modo que las normas no se conviertan en obstáculo al importante esfuerzo no remunerado de los voluntarios y al tiempo garanticen que éstos realicen sus tareas de forma responsable.

Desde 1996 y a través de la Ley 6/1996, de 15 de enero, del Voluntariado se regula legislativamente esta figura a nivel estatal.

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