Gibraltar

Los líderes de la UE dejan en manos de España su futura relación con Gibraltar

  • Los presidentes aprueban entre aplausos las directrices que sacan al Peñón de la negociación, con lo que ponen fin a la neutralidad en el conflicto

La mesa en la que los líderes de la UE consensuaron ayer las directrices para la negociación de la salida del Reino Unido y Gibraltar de la Unión Europea.

La mesa en la que los líderes de la UE consensuaron ayer las directrices para la negociación de la salida del Reino Unido y Gibraltar de la Unión Europea. / efe

Los líderes de la Unión Europea adoptaron ayer por unanimidad sus 'líneas rojas' para negociar con el Reino Unido su salida del club comunitario, un proceso que debe concluir en dos años y en el que arrastrará a Gibraltar. Y precisamente es el Peñón el protagonista de estas directrices, ya que los líderes europeos mantuvieron sin cambios, pese al malestar que creó en el Gobierno de Theresa May, el párrafo que deja fuera de las negociaciones del Brexit la situación gibraltareña y fija que, para que los acuerdos puedan aplicarse a la Roca tras la salida, hará falta el visto bueno del Gobierno de España. Se trata pues de una decisión histórica que marca el devenir del conflicto de la Verja, ya que es la primera vez que la UE rompe el principio de neutralidad y se pone claramente del lado de España.

"Las directrices han sido adoptadas por unanimidad. El mandato político firme y justo de la Unión Europea a 27 para las negociaciones del Brexit están listas", anunció el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, en su cuenta oficial de Twitter.

Los jefes de Estado y de Gobierno europeos -sin la presencia de la británica Theresa May- dieron luz verde al documento de nueve páginas redactado por el equipo de Tusk tras recibir la petición formal de Londres para iniciar las conversaciones de divorcio. El texto subraya el enfoque progresivo que plantea la Unión Europea y que cierra la puerta a negociar en paralelo el acuerdo futuro de relaciones bilaterales, pero abre la puerta a empezar a discutir la forma que podría tener ese futuro si se logran en los primeros meses avances sustanciales en asuntos prioritarios. La decisión se tomó "en apenas un minuto" y estuvo acompañada por los aplausos de los mandatarios, según se aseguró desde el equipo de Tusk, con el objetivo de subrayar el consenso existente. El documento apenas ha cambiado en el fondo desde que Tusk lo envió a las capitales el pasado 31 de marzo y con el que fijó tres prioridades: proteger los derechos de los europeos residentes en Reino Unido, aclarar la "factura" que deberá pagar Londres por su salida y la situación en que queda la frontera con Irlanda del Norte. Se ha modificado el lenguaje para "endurecerlo" en cuestiones como los derechos de los ciudadanos comunitarios, para los que los Estados miembros quieren que puedan obtener la residencia permanente en Reino Unido a los cinco años de vivir en el país. También se ha "reforzado" el texto en lo que se refiere a los compromisos y obligaciones que ha asumido como Estado miembro Reino Unido con el presupuesto comunitario y otros organismos como el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco Europeo de Inversiones (BEI). Por el contrario, se mantiene sin cambios lo referente a Gibraltar.

Tras el visto bueno de los líderes, el primer Consejo formal a Veintisiete desde que se anunció la decisión de Reino Unido de abandonar el bloque continúa para mantener una "discusión más general", explicaron fuentes europeas. En la segunda parte del encuentro, se espera que cada líder exponga las prioridades y preocupaciones más importantes de su país de cara a la desconexión. No habrá, sin embargo, espacio para otros asuntos de la agenda europea, como las tensiones con Turquía o la situación de Hungría, porque las reglas de la UE no lo permiten si no están todos los socios presentes, advirtió un alto funcionario. Las reivindicaciones de cada país serán también tenidas en cuenta para la redacción del mandato negociador detallado, que corre a cargo de la Comisión Europea y cuya primera versión se dará a conocer el próximo miércoles, 3 de mayo.

El siguiente paso será que los Estados miembros aporten sus aclaraciones a la redacción de Bruselas para definir un texto definitivo de mandato, que será aprobado el 22 de mayo y permitirá comenzar las negociaciones en junio, después de las elecciones británicas.

Por otro lado, los socios atendiron una petición expresa del primer ministro irlandés, Enda Kenny, para que conste en las actas de la reunión que la UE tiene presente los Acuerdos de Viernes Santo, que contemplan un mecanismo para la unificación de Irlanda y que, de producirse en los términos previstos, el territorio será en su conjunto parte de la Unión Europea.

Entre tanto, los socios comunitarios deben avanzar también en cuáles serán los criterios y calendario para determinar las futuras sedes de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), actualmente en Londres y que deben trasladarse a suelo comunitario antes de que se consolide el Brexit. Las directrices apuntan la necesidad de acordar su traslado con rapidez y en condiciones que faciliten la mudanza, pero no aclaran el calendario para hacerlo ni las condiciones. El objetivo, no obstante, es establecer los criterios en junio y que los 27 puedan tomar una decisión el próximo otoño o en diciembre, a más tardar, según diversas fuentes consultadas.

Barcelona, que quedó segunda por detrás de Londres cuando se creó la EMA en 1992, vuelve a ser la candidata de España y deberá vérselas con otras aspirantes como Ámsterdam (Países Bajos), Lille (Francia), Copenhague y Dublín. A falta de una lista oficial de candidatas, fuentes comunitarias señalan que todos los Estados miembros han expresado de manera más o menos formal su interés por acoger la EMA o la EBA.

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