Gibraltar

El discurso de May precipita la libra a su nivel más bajo en cuatro meses

  • La moneda cae a 1,15 euros tras las declaraciones de la 'premier' anticipando un 'Brexit' duro

  • El descenso supone un nuevo recorte de poder adquisitivo de los trabajadores españoles

Con solo unas palabras, la primera ministra británica, Theresa May, provocó ayer una nueva caída en la cotización de la libra, que no levanta cabeza desde que el 52% de los británicos aprobasen la salida de Reino Unido de la Unión Europea. La libra esterlina cayó ayer a su nivel más bajo frente al dólar desde el pasado mes de octubre por el temor de los inversores a que el Gobierno opte por un Brexit duro, que implicaría la salida del mercado único.

"A veces la gente habla como si de alguna manera pudiéramos irnos de la UE pero al mismo tiempo conservar pedazos de la pertenencia a la UE [...] Nos vamos. Salimos. No vamos a ser más miembros de la UE. Por lo tanto, la cuestión es cuál es la mejor relación para el Reino Unido con la UE cuando estemos fuera" aseguró May en una entrevista a SkyNews el pasado domingo. Y con ello provocaba otro cataclismo en la divisa del Reino Unido, que cotizaba en la tarde de ayer a 1,2161 dólares, un 0,79% menos que al cierre de la negociación anterior, y 1,1509 euros, un descenso del 1,13%. Se trata de una caída que se suma a las muchas producidas durante los últimos meses; desde que se aprobó el Brexit el pasado 23 de junio, la libra se ha depreciado en torno al 18 % frente al dólar y un 10 % con el euro. Unos datos que tienen una consecuencia directa no sólo en la economía de los gibraltareños, sino también en la de los miles de trabajadores españoles, la mayoría de La Línea, que cruzan cada día la Verja y que han visto como sus sueldos se iban depreciando: un salario en libras que se traducía en 1.000 euros en junio ha pasado a suponer 845 en enero.

La libra pierde así algo del terreno que había recuperado. Tras cerrar un año nefasto en el que llegó a ceder un 13,6% respecto al euro, se sitúa ahora en una diferencia del 10% en un marco de inestabilidad en el que cada palabra cuenta, por la cercanía de la solicitud formal de salida de la UE y el inicio del periodo de negociaciones.

Ayer mismo continuaba el precalentamiento de esa negociación, el debate a micrófono abierto entre autoridades europeas y las de Reino Unido. En este caso fue la canciller alemana, Angela Merkel, la que reiteró la línea roja marcada por Europa a Londres: sólo logrará mantener el acceso al mercado común tras el Brexit si permite la libre circulación de ciudadanos comunitarios en su territorio.

Merkel, al intervenir en el congreso de la Federación Alemana de Funcionarios (DBB), aseguró que es importante mantener una "buena relación" con Reino Unido, a quien consideró un importante socio, pero no a cualquier precio. "El acceso al mercado común sólo puede mantenerse bajo la condición del cumplimiento de las cuatro libertades fundamentales", aseguró la canciller en relación a la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas dentro de la UE.

Cualquier solución que no se enmarcase dentro del principio anterior tendría "consecuencias fatales" para los otros 27 países que permanecerán dentro del bloque tras la salida de Reino Unido.

Merkel enfatizó la importancia del Brexit ya que hasta el momento, en las décadas de vida del proyecto europeo, siempre se había dado por sentado que la UE iba a seguir aumentando el número de miembros y profundizando su integración.

Frente a estas aseveraciones de Merkel, May se mantuvo en su postura, destacando la importancia de "asumir el control de la inmigración" y recordó que hay "muchos países" con acuerdos de libre comercio con la Unión Europea, informó una portavoz oficial. "Estamos cerca de adentrarnos en una negociación con otros 27 países y, mientras nos preparamos para esas negociaciones, los países hablan sobre sus posiciones y acerca de cómo van a enfocar las negociaciones", dijo al respecto la portavoz de Downing Street.

La portavoz agregó que las negociaciones para ejecutar el Brexit o salida británica del bloque comunitario entre Londres y Bruselas "no deberían ser un juego de suma cero" (en el que solo se beneficie una parte o no se beneficie ninguna). Este asunto "se debería enfocar en cómo obtener la máxima libertad para que los negocios británicos operen y comercien con el mercado único", opinó la portavoz oficial británica. "Hay muchos países en todo el mundo que tienen acuerdos de libre comercio con la Unión Europea", insistió la representante.

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