El valor de la libra esterlina descendió ayer a su nivel más bajo desde octubre de 2009 frente a la moneda europea y se situó en 1,0865 euros, lastrada por la incertidumbre sobre el Brexit, según indicaron los expertos británicos. De esta manera los trabajadores transfronterizos y los gibraltareños que realizan sus compras en territorio español sufren durante estos días una caída de su poder adquisitivo, ya que su sueldo, en libras, es menor al cambio a euros.

Con esta depreciación de la libra el euro continúa fortaleciéndose, mientras que la incertidumbre económica en Reino Unido ha llevado a la libra a dejarse hasta un 15% de su valor desde que tuvo lugar el referéndum con el que se decidía el divorcio de los británicos con la Unión Europea.

En la jornada de ayer el euro llegó a alcanzar un nivel que no tocaba desde octubre de 2009, al intercambiarse hasta un máximo de 0,9214 libras, acercándose así a la paridad entre la divisa única europea y la británica. Por su parte, la libra esterlina se intercambiaba por 1,0864 euros, lo que supone un retroceso cercano al 0,4% en la sesión.

Los analistas destacaron que la incertidumbre sobre la economía británica puede continuar hasta conocerse el acuerdo final al que llegará el Reino Unido con la UE sobre los términos de la salida del país del bloque europeo.

La primera ministra británica, Theresa May, activó el pasado marzo el Artículo 50 del Tratado de Lisboa, que establece un periodo de negociaciones de dos años para la retirada de un país comunitario de la UE, por lo que espera que el Reino Unido este fuera del club europeo en marzo de 2019.

Además, en Reino Unido la productividad está disminuyendo y la incertidumbre en torno al Brexit pesa en los mercados. Si bien, otros datos de la economía británica como el de las ventas minoristas o el relacionado con sus finanzas públicas han sido mejores de lo esperado.

En cuanto al Brexit, el Gobierno del Reino Unido suavizó ayer su dura posición sobre el rol del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) después de que se haga efectiva la salida de la UE.

En un documento difundido ayer en Londres se indicaba que la jurisprudencia directa de esa corte en el Reino Unido deberá llegar a su fin con la salida de bloque. Pero el Gobierno no descartó que fallos de ese tribunal también a futuro puedan ser una pauta para disputas jurídicas con efecto sobre el Reino Unido.

Para un futuro acuerdo con la UE, Londres aspira a que, dependiendo del litigio, decidan diversos organismos.

El pedido de Bruselas de que ciudadanos y empresas de la UE en el Reino Unido puedan seguir demandando sus derechos ante el Tribunal de Justicia en Luxemburgo fue rechazado por Londres. En cambio, estos pedidos deberán ser atendidos por tribunales nacionales, señaló.

Para resolver los conflictos entre la UE y el Reino Unido podrían invocarse organismos a nivel diplomático o político, según el documento. Otra posibilidad serían tribunales arbitrales.