Gibraltar

Sevilla restaura los tapices del Alcázar del gibraltareño Gustavo Bacarisas

  • Va a emplear cerca de 18.000 euros en dos sargas que le encargó Alfonso XIII

Los Reales Alcázares de Sevilla, declarados Patrimonio de la Humanidad en 1987, han comenzado un proceso de restauración de dos tapices del pintor gibraltareño Gustavo Bacarisas que decoran los muros del Palacio Gótico y en los que se han invertido cerca de 18.000 euros. Estos trabajos podrán ser contemplados por quienes visiten el palacio mudéjar hasta el verano. El resultado del proceso servirá de base para la futura restauración de todos los tapices de la estancia, bastante deteriorados debido a los efectos de la luz y la humedad que se registra en esta zona.

Los tapices a cuyo deterioro se pondrá ahora freno -su última reparación fue en los 90- los encargó Alfonso XIII a gibraltareño Gustavo Bacarisas y Podestá, quien desarrolló buena parte de su carrera en Sevilla. Pese a que su estilo se puede encuadrar dentro del regionalismo de la época, fue el más cosmopolista y modernista de esa generación, como se aprecia en estas obras de reminiscencias renacentistas.

Trabajo de ingeniería para bajar las dos sargas -así denominadas por el soporte de gordón que contienen- en un salón lleno de turistas. Los integrantes de la empresa Artyco lo hacen todo con suma minuciosidad. Sobre la superficie en la que se enrollará el tapiz hay extendido un tejido blanco. El delegado de Cultura, Antonio Muñoz, y el alcaide del Alcázar, Bernardo Bueno, presencian la escena. La sarga desciende mediante un andamio colocado al efecto. El elemento que la sostenía a la pared era un rudimentario tablazón que los años han ido carcomiendo. El medio de agarre a las paredes será otro de los elementos que se sustituirán tras la operación. Una vez en el suelo, los encargados enrollan la sarga mediante un objeto cilíndrico que sirve de base.

De aquí pasa a la Sala Cantarera, en la que será sometida a un trabajo de campo a través del cual se obtengan datos para una futura restauración. Esta labor podrán contemplarla todos los que visiten el Alcázar en estas fechas. Las explicaciones, junto a los técnicos, las aporta ahora el delegado de Cultura. "Este delicado proceso se realizará a quirófano abierto". No es la primera vez que los turistas pueden asistir a la restauración de los bienes del palacio mudéjar. Ya sucedió con los reciente actuación arqueológica en el semisótano del Palacio del Rey Don Pedro.

Nacido en Gibraltar en 1873, en el seno de una familia oriunda de las Islas Baleares, Gustavo Bacarisas fue becado por el Gobierno de Gibraltar en 1982 para estudiar en la Academia de España en Roma y entre 1906 y 1913 viajó por distintos lugares, como París, Venecia, Londres o Buenos Aires, ciudad en la que residió durante dos años. En 1914 se instaló en Sevilla, incrementándose a partir de entonces su fama, sobre todo desde las exposiciones de Bellas Artes de Sevilla de 1916 y 1920 y sobre todo en la extensa exposición personal del Museo de Arte Moderno de Madrid, en 1921, en la que presentó cincuenta cuadros. En 1933 se marchó a vivir a Madrid, durante la Guerra Civil fue evacuado a las islas Madeira y posteriormente se trasladó a Gibraltar. Finalmente retornó a Sevilla en 1945. Durante el periodo de posguerra recorrió muchos pueblos andaluces que plasmó en sus cuadros como Carmona, Arcos de la Frontera, Aracena o Estepona. Desde entonces vivió en la capital andaluza, hasta su muerte en 1971.

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