Gibraltar

La Royal Navy se enfrenta a un barco científico español

  • La Marina llegó a disparar tres bengalas de advertencia

Las aguas de la bahía de Gibraltar por las que litigan España y Reino Unido vivieron el pasado fin de semana el último episodio de tensión entre la Armada británica y científicos españoles de los que ya se han producido en otras ocasiones. Esta vez el incidente empezó a caldearse el pasado viernes, cuando el buque del Instituto Español de Oceanografía (IEO), Ángeles Alvariño, llegó a la Bahía para estudiar la morfología y dinámica sedimentaria del Cañón de Algeciras y poder valorar así los riesgos geológicos asociados a esta estructura.

El desencuentro habitual con la Royal Navy alcanzó ayer su máximo grado cuando los militares británicos llegaron a disparar hasta en tres ocasiones bengalas de advertencia y ordenaron en varias ocasiones, sin éxito, que el Ángeles Alvariño abandonara el lugar. Así lo relataron testigos presenciales y lo confirmaron las autoridades gibraltareñas a los medios de comunicación locales.

El Instituto Español de Oceanografía afirmó ayer que los tripulantes del barco están haciendo su labor tranquilos y que no ocurrió nada "fuera de lo normal" cuando se trata de tareas en las proximidades del Peñón. Es decir, el IEO afirma que los barcos británicos se mantienen desde el viernes "en las cercanías" del Ángeles Alvariño pero sin impedir que esté cumpliendo todos los objetivos que le trajeron a la Bahía de Algeciras.

Sin embargo, el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, dijo ayer en declaraciones recogidas por Gibraltar Chronicle que había estado en contacto regular el comandante de las fuerzas británicas, el comodoro MikeWalliker, durante todo el fin de semana respecto a la presencia de la Ángeles Alvariño en las aguas que Gibraltar reclama como de soberanía británica.

"He discutido todas las decisiones tácticas tomadas y estoy satisfecho de que hayan sido diseñadas para demostrar la competencia sin trabas en la soberanía y el control de las aguas territoriales británicas de Gibraltar", manifestó Picardo. "Felicito a la Royal Navy por el trabajo que ha llevado a cabo hasta ahora en circunstancias muy difíciles a la luz de la indiferencia imprudente para la seguridad mostrada por las embarcaciones oficiales españolas implicadas", continuó.

"La acción diplomática y política debe apoyar ahora la excelente labor realizada por los miembros de la Marina con recursos limitados", finalizó.

En Twitter, el científico español Díaz del Río se quejó de que la Royal Navy estaba interrumpiendo un trabajo científico importante y agregó que la investigación se está llevando a cabo "en aguas españolas". Según el IEO Díaz del Río está jubilado y no se encuentra en el barco oceanográfico.

John Cortes, ministro de Gibraltar para el Medio Ambiente, tuiteó que los científicos españoles están siendo utilizados como peones para efectuar la reclamación jurisdiccional española de las aguas que rodean el Peñón.

Según cuenta la GBC, el pasado viernes ya hubo un encontronazo en la bahía entre la Royal Navy y el buque científico en el que participó la Guardia Civil, aunque desde entonces no ha hecho acto de presencia en el lugar.

Según informó el IEO en una nota de prensa, la tarea del Ángeles Alvariño se enmarca en la campaña RIGEL_1116, en la que participan investigadores de los centros oceanográficos del IEO de Cádiz, Málaga y Madrid, así como del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), de la Universidad de Salamanca, el CSIC y la Universidad de Málaga, y cuyo objetivo es llevar a cabo un completo estudio geofísico con diferentes técnicas de alta resolución y de muestreo de sedimentos que permitirán mejorar el conocimiento de la morfología del cañón, de su dinámica sedimentaria y de los hábitats presentes en sus fondos tanto sedimentarios como rocosos, así como evaluar por primera vez la estabilidad de sus vertientes y de su cabecera.

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