Según datos oficiales, durante el primer semestre de 2016 más de 62.000 jóvenes españoles marcharon al extranjero en busca de una experiencia internacional. Entre sus objetivos: aprender  una segunda o tercera lengua, mejorar sus habilidades sociales en entornos multiculturales y adquirir competencias laborales en empresas extranjeras. En cuanto a esto último, pensemos que salir al extranjero ha sido para muchos menores de treinta años una forma de combatir el paro juvenil en nuestro país: un 38,6%, según las últimas cifras de la OCDE. Así, muchos de estos nuevos trabajadores permanecen en el país de destino, mientras que otros deciden volver pasado un tiempo. Y tras ese regreso, ¿qué opciones hay? Una de las más habituales es poner en acción las estrategias empresariales y las líneas de negocio aprendidas, y apostar por el autoempleo. Es decir,emprender.

La anterior afirmación la constatan datos como los de Spain Startup, que muestran una inercia rejuvenecedora en el perfil del autónomo. Asimismo, su último ‘Mapa del emprendimiento en España’, publicado en 2017, revela que nuestro país goza de buena salud en lo que al autoempleo social y tecnológico respecta. Esto, según dicho organismo, asegura un futuro prometedor. Así lo demuestran las cifras referidas al aumento de la madurez y desarrollo de los proyectos de los emprendedores españoles: un 9% oscila entre los 3 y 5 años de vida; mientras que un 19% ha alcanzado el nivel de desarrollo ‘growth’.

Además, desde hace algunos años los organismos públicos de nuestro país tienen claro que favorecer el autoempleo juvenil pasa por facilitarlo a través de incentivos o ayudas. En este sentido, en España existen programas para emprendedores de los cuales los jóvenes pueden beneficiarse. Uno de ellos es el Programa PICE de la Cámara de Comercio de España, que entre otras estrategias incluye una serie de ayudas para el autoempleo. Es el caso de las subvenciones de 1.800 euros para inicio de actividades económicas.

Por último, aquellos interesados en beneficiarse de los proyectos de la Garantía Juvenil deben dirigirse a su Cámara de Comercio más cercana. Allí, basta con cumplir los siguientes requisitos para realizar la inscripción: tener entre 16 y 29 años, y no haber trabajado ni recibido acciones educativas un día antes de formalizar la solicitud.