El Gobierno gibraltareño afirmó ayer que todos los grupos políticos y civiles del Peñón exigen al Reino Unido que haga efectiva su posición "de defender la integridad territorial de Gibraltar con todos los medios disponibles y en un modo razonable pero efectivo" tras el incidente del pasado viernes, cuando dos gibraltareños que viajaban en una embarcación de pesca deportiva fueron interceptados por la Guardia Civil en las aguas que rodean el Peñón y transferidos a Algeciras.

"Gibraltar condena los actos criminales de los agentes de la Guardia Civil y los declara inaceptables. Es la hora de la acción y no de simples protestas escritas de Londres a Madrid. El Reino Unido debe preguntarse cómo actuaría si estos hechos hubiesen sido perpetrados por las fuerzas paramilitares de Argentina en las aguas que rodean las Malvinas, ricas en petróleo y pescado, o en las inmediaciones de la costa de las Islas Británicas", puntualizó.

El Ejecutivo del socialista Fabian Picardo, que calificó de "beligerante acto de provocación" la intervención del Instituto Armado, al que volvió a referirse como cuerpo "paramilitar", agregó que si fuera necesario, Londres "debería reforzar los recursos de los que dispone en Gibraltar para defender la integridad de las aguas territoriales británicas del Peñón y, al mismo tiempo, utilizar todos los medios de su arsenal diplomático para conseguir que el Gobierno español se dé cuenta de que las acciones de la Guardia Civil no son legítimas y sí contraproducentes".

En este punto, el número 6 recordó que el nuevo Ejecutivo ya ha empezado a hacer su parte del trabajo y que en sólo siete meses ha adquirido nuevas embarcaciones para la Policía, proceso que continuará próximamente y que beneficiará también a otras fuerzas de seguridad. Añadió que tiene planes de instalar una base marina en la Zona Este. "Acciones como ésta de la Guardia Civil no son sólo invasiones que la Armada británica debe repeler sino también actos criminales de detención ilegítima, entrada sin autorización y encarcelamiento encubierto que requieren la actuación de Londres para dar la máxima protección a la soberanía, jurisdicción y control de las aguas territoriales británicas de Gibraltar", manifestó.

En cuanto a los hechos del viernes, las autoridades gibraltareñas expusieron que fue la embarcación Río Ceden de la Guardia Civil "la que abordó y tomó el control de un barco registrado en el Peñón y luego lo trasladó a la fuerza junto a sus dos ocupantes a Algeciras, a una velocidad muy alta y sin luces de navegación. Una vez en Algeciras, el equipamiento legal del barco fue confiscado, a pesar de que los dos ocupantes no eran sospechosos de estar envueltos en ninguna actividad ilícita. Informes oficiales dicen incluso que el Instituto Armado apagó las luces del barco gibraltareño en un intento por evitar su detección. Eso apunta a que la Guardia Civil sabía que estaba actuando en aguas de Gibraltar en las que España carece de jurisdicción", dijo el Gobierno del Peñón.

Destacó además que las incursiones de la Benemérita "comenzaron en 2009, sin relación con ningún conflicto pesquero. En una ocasión, guardias civiles entraron en el puerto de Gibraltar y tomaron tierra. La realidad es que estas incursiones han sido permitidas durante muchos años hasta casi convertirse en una norma. La opinión del Gobierno de Gibraltar es que estos actos están fuera de las normas aceptables de convivencia", apostilló.

Por su parte, el Gobierno británico condenó ayer el incidente, confirmó que ha protestado y, en boca del ministro para Europa, David Lidington, afirmó estar "horrorizado por el comportamiento vergonzoso de la Guardia Civil".