Pasarela

Roma mantiene su estilo innato

La pasarela de Roma no se deja intimidar ante la reciente cita de la Alta Costura en París. Las agujas de la "Ciudad Eterna" visten a una mujer que no se asusta de marcar sus curvas; nada de formas amplias ni tejidos sueltos.

El libanés Tony Ward trae sirenas que pisan el asfalto, con trajes ceñidos desde la cintura hasta la cadera, con vuelo hasta el suelo. Drapeados, encajes y pedrería en largos vestidos de noche y en piezas por encima de la rodilla. Ward, que colaboró con firmas como Christian Dior o Lanvin, cree en mujeres con personalidad, que dejan su impronta en el vestido, que consiguen que la pieza muestre su belleza interior. La mujer lleva el vestido, y no el vestido a la mujer, aunque es fácil sentirse bella con una de sus creaciones.

Un vertiginoso escote en la espalda es lo que propone Gattinoni. La mítica casa italiana, casi centenaria, se arriesga con propuestas nada sencillas ni fáciles de llevar.

Al contrario que Fausto Sarli, que aboga por llevar cortes impecables a chaquetas estructuradas o de mangas espectaculares que fácilmente se pueden adaptar a la calle. Piezas en tejidos gruesos, que abrigan a una mujer que marca curvas con finos cinturones. El creador italiano ha puesto además el punto solidario. "Sarli, símbolo de solidaridad", le han llamado los medios de su país, ya que destinará los beneficios de sus prendas de noche a los afectados de la pequeña localidad de Onna, destruida en un 90% por el terremoto de abril.

"Una mujer elegante siempre requiere el máximo cuidado y creatividad", es la frase que resume la filosofía de Gianni Carlignano; filosofía que mantiene en esta nueva colección, donde no se corta en el uso del fucsia en vestidos de telas brillantes, y de pedrería al vestir a una novia de cuento.

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