Nueva jornada de la semana de la moda de Nueva York. Tras los coloridos desfiles de Custo Barcelona y Tommy Hilfiger, llegaba el turno de una de las diseñadoras más esperadas, Carolina Herrera, quien trajo la calma y como siempre la elegancia a la pasarela estadounidense. Para la próxima temporada la venezolana propone una vuelta al estilo femenino de los años 50, con siluetas simples y ceñidas, cortes fluidos y hombros al descubierto.

Así, en la línea presentada por Herrera para las jornadas diurnas priman los shorts que parecen faldas, los vestidos con estampados de aves en colores rojizos, azules metálicos y mostaza. El motivo se repite en las faldas y pañuelos al tono, y pequeños bolsos redondos y estructurados. Por su parte, para la noche, la diseñadora apuesta por los vestidos ajustados al cuerpo sin mangas de colores deslumbrantes como el amarillo o el verde esmeralda.

Al igual, el diseñador Marc Jacobs también toma como referencia para la próxima temporada, la mujer de los 50. De este modo, en su desfile pudo verse faldas con volumen, abrigos con cinturón y pieles aplicadas como estolas, así como texturas como el terciopelo, la lana combinadas con transparencias y detalles dorados y pedrería que recordaban al minimalismo de la escuela Bauhaus,. Una colección sofisticada, alejada de los aires vintages típicos del diseñador.