MALDITA incomodidad!", gritarán algunas, "¡benditas cuñas!" completarán otras. Los zapatos son uno de los objeto de deseo de mayor trascendencia en el vestidor femenino. Pese a ello, ni Louboutins, ni Choos, ni Atwoods, ¡ni siquiera Manolos! Cuando se trata de vestirse de flamenca y pasar largas horas bailando, las firmas y el diseño pierden la batalla de los pies y prima la comodidad. Pese a ello, no todo vale. Dolores de cabeza, finanzas seriamente afectadas, ojeras, cansancio, necesidad de unas nuevas vacaciones, baños de agua caliente, que no de Cartojal: en definitiva, las secuelas de una intensa semana de fiesta pueden ser muchas y muy agudas.

Una vez acabada la Feria 2011, es el momento de hacer balance, y lo cierto es que el dolor de pies, al menos a causa de los tacones, no será este año una de las secuelas más frecuentes. Sí, lo confirmo, ¡habéis ganado! Habéis vencido la batalla contra los tacones, gracias, en parte, al apoyo de los aliados. ¿Que de quiénes hablo? Esparteras, zapatos de cuña y botas camperas han sido los elementos cruciales para alcanzar la victoria y conquistar el territorio ajeno.

¿Quién dijo "antes muerta que sencilla"? Prefiero no recordarlo, y es que la comodidad ha sido la premisa clave de esta intensa semana de Feria, especialmente a cuenta de que los zapatos de tacón dejan secuelas muy visibles, si de lo que se trata es de bailar hasta horas inconfesables. La comodidad no está reñida con la estética, y nada mejor que encontrar el punto en común entre ambos elementos.

El traje de flamenca requiere cierto (realmente mucho) cuidado de los detalles y de los complementos. Un zapato puede ser la ruina del estilismo más cuidado. Las zapatillas de colores con cuñas de esparto se erigen, junto a las, en ocasiones dudosamente estilosas, cuñas de corcho en el mejor amigo de las feriantes malagueñas que han paseado esparto, solo en ocasiones con looks de espanto (por hacer la rima), por el Real y la Feria de día. Adiós Feria 2011, nos veremos el año que viene. No sabemos si años venideros serán mejor, estilísticamente hablando. Lo que si sabemos es que las mujeres saben lo que quieren, y a la hora de elegir, lo hacen con dos tacones.