Feria de Los Barrios

Los linenses toman el recinto en los últimos días

  • Nadie quiere perderse la recta final de la Velada y Fiestas y las casetas registran un lleno absoluto hasta el cierre y es que después habrá que esperar todo un año para volver a disfrutar de la Feria

La noche del viernes no defraudó y los linenses se volcaron un año más con su Velada y Fiestas. El recinto ferial estuvo lleno desde primeras horas de la noche pero fue ya entrada la madrugada cuando registró un mayor ambiente.

Las casetas más tradicionales y familiares del recinto tuvieron una muy buena afluencia de público sobre todo hasta mediados de la noche, cuando el cansancio empezó a hacer mella entre los más pequeños y los padres se veían obligados a regresar a sus casas con cara de resignación.

Las casetas de corte más juvenil estuvieron llenas hasta la bandera y es que son los jóvenes los que se echan en masa al recinto a vivir los últimos días de la Feria con intensidad. De hecho, bien entrada la madrugada ya era necesario hacer cola en algún que otro establecimiento para poder acceder al local a pegarse unos bailes y unas copas con los amigos. Casetas como La Gitanilla, Turi Turi o Los Canallas estuvieron a tope. Los Chinitos también tuvo una buena respuesta por parte del público linense y es que esta caseta es todo un clásico ya en el recinto ferial.

La noche empezó fuerte en la caseta El Guan Nai, donde tuvo lugar un espectáculo de strip tease sólo para hombres, después de que las mujeres disfrutaran de su propia noche al principio de la semana.

La Gitanilla, una de las novedades este año y que ha resultado todo un éxito entre los jóvenes linenses, celebró la esperada final del concurso de sevillanas, que se ha estado desarrollando durante toda esta Feria y gracias al cual, las parejas han podido demostrar su arte y su buen hacer en un escenario.

La caseta de Amantes de la Copla volvió a ser el centro de las buenas voces en el recinto y es que varios de sus alumnos interpretaron bonitas coplas a un público entregada que sabe de antemano que el espera una actuación de calidad en esta caseta.

A primeras horas de la noche, la mayoría de los asistentes a la Velada se concentraban en la zona de los puestos de bisutería y artesanía, para realizar algunas compras y llevarse un recuerdo a casa de la edición de este año, y sobre todo en las tómbolas y atracciones, porque antes de pegarse un baile en las casetas, los jóvenes y lo que no lo son tanto gustan de conseguir algún que otro obsequio gracias al azar y sobre todo de montarse en un cacharro para sentir la subida de adrenalina.

Antes de entrar a bailar, algunos prefirieron reponer fuerzas en los muchos puestos de comida que hay a lo largo del recinto, ya que es mejor enfrentarse a las horas de baile con el estomago lleno. Aunque los puestos de comida se dispersan por todo el recinto, la mayoría de los linenses prefiere tomar un bocado y de paso un respiro en los establecimientos que se encuentran en junto a la plaza Andrés Rubio.

El fin de fiesta está cerca pero todavía hay tiempo para beberse la última jarra de rebujito, montarse en una atracción por última vez y bailar las últimas sevillanas.

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