Feria de Los Barrios

Más de 2.000 barreños saludan el inicio de la feria en el acto de alumbrado del real

  • El pórtico se ilumina con puntualidad británica mientras que el público degusta sus primeros vinos

¿Crisis? ¿Quién dijo crisis? Los barreños dejaron sus apreturas económicas en casa y salieron en masa a saludar el inicio de las fiestas. Más de 2.000 personas llenaron el recinto ferial en los primeros minutos de la feria de 2009, inaugurada oficialmente con el encendido de la iluminación extraordinaria.

Las bombillas se pusieron en marcha justo a las diez de la noche, con una puntualidad británica poco habitual en este tipo de festejos populares, lo que pilló desprevenido a parte del público congregado en la rotonda de las Ganaderías Bravas, el mejor lugar para contemplar el pórtico en todo su esplendor. Las reinas infantil y juvenil, María Iborra y Sara Lobato, así como sus respectivas cortes acompañaron al alcalde barreño, Alonso Rojas; al concejal de Festejos, Salvador Acosta; y a otros ediles del gobierno municipal en el momento en que el botón rojo encendía la ilusión.

Desde ahí, ambas cortes, precedidas por la banda municipal de música de Los Barrios, siempre con Tomás Infante a la cabeza desde la feria de 1992, avanzaron hacia la caseta municipal, donde dos venenciadores esperaban, copas en mano, a los vecinos que en minutos llenaron el recinto.

Como es tradicional, el regidor municipal y el concejal de Festejos brindaron con una copa de vino dulce a las puertas de la municipal. Las cortes accedieron al recinto y bailaron el primero de los muchos pasodobles que jalonarán los días venideros.

Nada más producirse la apertura oficial del real, las quince casetas comenzaron poco a poco a abrir sus puertas para recibir a los primeros visitantes. Las casetas de la Peña Amigos del Caballo, Amigos del Camino y La Gineta agasajaron a sus socios con una copa de bienvenida. De hecho, en ambas había cola antes de la apertura de sus cancelas. En la primera de estas tres también tuvo lugar el acto de coronación de su reina y damas, ya al filo de la medianoche. La imagen se repitió en el resto de casetas, donde los presentes brindaron con vino fino por el buen desarrollo de los festejos y deseando acoger a visitantes como si estuvieran en casa.

Los más pequeños hicieron sus primeros viajes en las atracciones aprovechando que todavía era temprano. Las tómbolas comenzaron a repartir suerte y los puestos de artesanía a ofertar sus abalorios. Los jóvenes, por su parte, comían los primeros bocadillos para no perder ni un minuto de fiesta en casa.

Nada parecía indicar que la jornada de hoy es tan laboral como lectiva. Los Barrios está de feria y es lo único en lo que piensan ya muchos de sus vecinos. Ya habrá tiempo de echar cuentas y de rendirlas ante el jefe o los profesores.

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