Feria de Los Barrios

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El más exitoso en las tómbolas. Cada año hay un regalo que toca más que la media en las tómbolas. Este año ha sido el turno de los megáfonos que ya se dejaron ver el pasado año desde la feria de Algeciras. Cuentan, además de con la posibilidad de ampliar la voz, con varias alarmas que simulan coches de policía y que han despertado a más de uno cuando sus felices propietarios vuelven del recinto ferial.

no hay grúa. Una carencia que se ha dejado notar durante esta feria es la grúa. Durante las fiestas la gente parece no tener demasiado apego a su coche y son aparcados en cualquier lugar. Sobre las aceras o muy arrimados al vehículo que llegó antes. El problema surge cuando un vehículo mal estacionado entorpece al tráfico a los residentes en los bloques aledaños al recinto ferial, como sucedió en la noche del sábado. El infractor deberá pagar 60 euros, pero quien paga el pato es el sufrido conductor que se ve obligado a dar marcha atrás durante varios metros.

Actuaciones. La peña de Amigos del Camino se despidió ayer de la feria con una jornada temática dedicada a las actuaciones musicales. Primero fue el turno de SalSaludando.es, un grupo de bailes caribeños liderado por Raúl Cintra, cubano afincado en la Villa desde el año 2002. Salsa, son, bachata, merengue y chachachá animaron al público. Luego fue el turno del grupo musical Brasileñas. Sin duda, ésta es una de las casetas que más actividades organiza durante toda la semana.

Limpieza. El real ha permanecido relativamente limpio a todas las horas del día si se tiene en cuenta el alto número de personas que han pasado por él. No se puede decir lo mismo de los servicios de las casetas.

El plato del día. Ha sido un buen recurso para almorzar sin dejarse la cartera, especialmente durante los primeros días de feria. Conforme avanza la semana, los visitantes optan por hacer más elaborado el menú y prefieren pagar más. Refritos, albóndigas, habas, chocos en salsa y carne en tomate han sido algunas de las propuestas para comer en la feria casi como en casa y sin dejarse un riñón en el camino.

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