Feria de La Línea

Los jóvenes disfrutan del baile y el 'rebujito'

  • Las calles céntricas de La Línea se convierten en un escenario improvisado de flamencas, música y fiesta

El día más esperado por muchos linenses fue ayer para los más jóvenes una jornada de volantes, baile, rebujito y música.

Años atrás, la juventud que vivía este día en las calles utilizando el tinto y el rebujito como medio para refrescarse además de para beber decidió pasar el Domingo Rociero de otra forma, y es que la plaza Cruz Herrera, que acapararía la mayor atención por parte de los jóvenes que escuchaban música, bailaban y arrojaban litros de tinto, quedó relegada ayer a un segundo plano y hubo menos afluencia de personas. Este año, muchos jóvenes decidieron vivir este día de otra forma y los grupos de amigos comían y bebían por las calles del centro con flamencas llenas de volantes y abanicos .

La plaza de Fariñas fue uno de los puntos más concurridos de la tarde. Los jóvenes bebían rebujito mientras bailaban bien al son de música flamenca o bien a ritmos más movidos. La famosa tradición de arrojar tinto y rebujito no estuvo tan presente como en otras ferias ya que la plaza Cruz Herrera contaba con menos juventud y sólo unos pocos optaron por bañarse en bebida, aunque también los hubo.

Las jóvenes bailando sevillanas no faltaron a esta cita. La plaza de la Iglesia, que todos los años era ocupaba por los linenses más tranquilos y maduros, se llenó ayer también de gente joven y con ganas de disfrutar del domingo sin percances importantes. Los grupos de chicos y chicas se concentraron alrededor de las terrazas y apuraron los litros de rebujito antes de continuar con la fiesta en el recinto ferial.

Estos jóvenes, en su mayoría bien equipados con neveras, mesas, mucho hielo, comida y por supuesto bebida, montaron su escenario improvisado en las principales calles del centro donde el ambiente continuó hasta bien entrada la tarde.

Asimismo, cabe destacar que los tradicionales trajes de flamenca pisaron fuerte en la pasada jornada ya que las linenses más jóvenes quisieron lucir volantes, encajes y trajes muy coloridos que parecen estar a la última en esta Velada y Fiestas 2012. El movimiento de los abanicos no cesó en ningún momento ya que aunque no tanto como otros años, el calor estuvo bien presente en este día.

Por otra parte, también fue grande la presencia de numerosos grupos de jóvenes que decidieron ponerse la misma camiseta con algún lema que les caracterizara. La Eurocopa, los recortes o el adorado rebujito fueron varios de los protagonistas de estos lemas tan ocurrentes que identificaban a los diferentes grupos.

Además de los litros de bebida y las grandes cantidades de comida, no faltaron entre los más pequeños las famosas pistolas de agua que tanta polémica suscitan entre algunos adultos. Los asistentes de más corta edad vieron disfrutar a jóvenes y mayores de este día tan especial para los linenses pero no lo hicieron sin disfrutar a su particular manera. Las pistolas de agua abundaron en las plaza de Fariñas y de la Iglesia, en otras calles del centro y estos pequeños acabaron así con el calor que apretó durante toda la tarde aunque dando un poco más tregua que en años anteriores.

Asimismo, la gente joven también quiso disfrutar en el recinto ferial y aunque aún había público en las calles, al rededor de las seis muchos jóvenes partieron hacia las casetas para seguir bailando y bebiendo al son de la música.

Casetas como Jaleo se encontraban casi llenas a esa hora con gente que tenía muchas ganas de continuar con la fiesta aunque algunos jóvenes también quisieron acudir a algunas de las casetas más familiares para poder escuchar música más flamenca y típica de los días de Feria.

El recinto ferial que otros años no contaba con mucho público joven durante el Domingo Rociero se ha vuelto a convertir en un gran protagonista para este sector de la población durante esta jornada y por eso ayer grandes grupos de amigos se concentraban a las puertas de las casetas y en las zonas de las tómbolas y los puestos de comida para hacer un parón, recargar pilas y continuar con la fiesta que, por otro lado, se hacía muy apetecible ya que algunos caseteros han instalado aire acondicionado y tanto las flamencas con sus vestidos como los jóvenes que decidieron ir de calle, encontraron un gran alivio en este tipo de casetas que aunque estuvieran llenas de gente contaban con aire un poco más fresquito que otros años para hacer la tarde más llevadera.

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