Feria de Algeciras

Algeciras 'se lanza' hacia el Real

  • Miles de ciudadanos se echan a la calle para ver las carrozas y disfrutar de la música, el baile y los dulces caramelos que surcan el cielo. Los participantes parten de la Estación Marítima

Si la noche del viernes no derrocó a los primeros valientes, mucho menos lo hizo el sol y el calor de un sábado plenamente estival. La cabalgata preveía las 20:00 de la tarde como hora de salida, pero muchos no aguantaron las ansias y se echaron a Virgen del Carmen cuando el 15 de junio aún se despedía del calendario. El reloj apenas marcaba las 23:30 y las primeras cintas se desenrollaban en el Paseo Marítimo, de coche a coche. Sin esperar. Los más ávidos ya reservaban su sitio. Porque, al día siguiente, la jornada arrancó con San Lorenzo en el cénit del cielo y decenas de algecireños en el margen de la avenida, apostados en sus tenderetes y a la espera del desfile de carrozas; a la expectativa de que transcurrieran, frente a ellos, los anunciadores de la Feria de 2012.

Amenizaron el tórrido día con refrigerio variado -"que no falte la cervecita", decía alguno entre risas- y comida típica; en honor, como no podía ser de otra manera, de los festejos que comienzan y que se nutren de la tradición de una ciudad ya volcada con su intrínseca celebración.

Y, llegado el momento, Algeciras se lanzó a la calle. Cientos de ciudadanos observaron el discurrir de una procesión de diversión e ilusión. De la Estación Marítima hasta el Real. Los caramelos volaban de una punta a la otra de la calzada. Y las estampas, como cada año, se repitieron: las muchachas vestidas con sus trajes de gitana; los pequeños comiendo los enormes paquetes de patatas fritas; y las pompas de jabón surcando la avenida, impulsadas por pistolas de juguete. Por supuesto, tampoco faltaron los globos. Un pobre Bob Esponja debió conformarse con avistar la cabalgata desde lo alto, mientras desaparecía tras el horizonte de edificios del Paseo Marítimo. De Algeciras al cielo.

A la cabeza del desfile, unos 70 jinetes y amazonas avanzaron con paso firme y estético. El primero de ellos portaba un estandarte con el escudo y los colores de la ciudad. Tras ellos, duendes y personajes de cuento; que lanzaban serpentinas y confeti a los presentes. Un dragón gigante tampoco faltó a la cita y, con su tránsito zigzagueante, engatusó a los niños.

Los más pequeños no perdieron detalle de los colores. Porque ayer hubo música y, sobre todo, color. Mucho color. Predominando siempre, eso sí, el rojo y el blanco. Y es que esta Feria 2012 es del Algeciras Club de Fútbol. Y, por ello, la torreta del antiguo Mirador regresó (por duplicado) a las calles del municipio para recordar tiempos pasados, para rememorar historias de mayores -con un 2-0 en el marcador, que la victoria siempre fue local-. "Un club. Una afición. Una ciudad. Una historia", rezaba una serigrafía en el autobús del equipo  deportivo.

Los personajes de las series de dibujos animados también asistieron a la cabalgata. Mario Bros and family danzaron al ritmo de Ai se eu te pego: un brazo arriba, un paso al frente y un mover de caderas hipnótico. Una canción que, a su vez, encandiló a la carroza de Phineas y Ferb -con Perry el ornitorrinco, faltaría más, a la cabeza-; la de  Jake y los piratas de Nunca Jamás; y la de las protagonistas de Monster High. Todos ellos traídos por Animagic.

Pero los lunares y los trajes de faralaes también compartieron la calle con canciones y percusiones arribadas desde varios rincones de Sudamérica. Bolivianos y brasileños, entre otros, regalaron a los algecireños un compás diferente y ligero de ropa -en el caso de los cariocas-, logrando que más de uno (y una) desviase la mirada. Desde luego, captaron centenares de reojos; y más de un señor no dejó de aplaudir y reír mientras las brasileiras "movían su cucu".

De vuelta a los colores y al mundo del fútbol, tampoco faltó el rojo y el amarillo. Si corre el mes de junio y una Eurocopa se encuentra en juego, nadie puede evitar acordarse de la Selección cuando avista una carroza engalanada con los colores de La Roja, rodando pausadamente camino del Real. Ese mismo recinto ferial que el próximo lunes se volcará con los chicos de Del Bosque, cuando el balón vuelva a saltar por el césped, sometido al buen juego de Andrés Iniesta y David Silva. Entonces, Algeciras vivirá el partido sometida a la dictadura del rebujito, las tapas y la música.

Aunque antes, ayer, la alegría y la diversión ya consiguió subyugar a una localidad entregada a su cabalgata. Una cita que tampoco se quiso perder la Pantera Rosa; un evento en el que también encontraron un hueco los piratas de algún mar lejano, con sus parches en el ojo incluido; un desfile donde no faltaron los más pequeños y sus lanzamientos dulces -alguno también envenenado- de caramelos. Y el tren de las matuteras, recreado por la carroza de El Pito, que también recorrió las vías hasta el recinto ferial, como hiciera antes de Algeciras a Ronda.

Y al final, como colofón, dos carrozas ilustres. Porque Juan Carlos I atravesará las vías de Algeciras el miércoles, pero ayer ya lo hicieron las Reinas de la Feria y sus damas. Una Corte Real que puso el punto definitivo a una procesión que anuncia que lo bueno acaba de comenzar.

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