España

La inmersión agita la Diada

  • La fiesta de Cataluña estuvo marcada por la sentencia del TSJC que da un plazo de dos meses a la Generalitat para que el castellano sea otra lengua vehicular

Más de 5.000 personas asistieron ayer al acto institucional del parque de la Ciutadella de Barcelona con motivo de la Diada Nacional de Cataluña, en la que se reivindicó la inmersión lingüística, mientras que el president Artur Mas afirmó que ya ve en marcha la transición catalana.

Antes, a primera hora de la mañana, partidos y entidades celebraron la tradicional ofrenda floral al monumento a Rafael Casanova, que por segundo año consecutivo se organizó con un blindaje policial que aisló a los políticos de los abucheos de otros años de los más radicales.

A la ofrenda no asistieron ni PP ni Ciutadans y, por contra, sí lo hizo por primera vez la xenófoba Plataforma per Catalunya.

Mientras, en Badalona se desarrolló la Diada más polémica tras la decisión del alcalde, Xavier García Albiol (PP), de anular algunos actos institucionales después de que los grupos de la oposición avanzasen que no asistirían en protesta por la decisión del nuevo alcalde de no retirar la bandera española del Consistorio por la Diada y porque la publicidad municipal ha retirado la palabra "nacional" al referirse a la celebración catalana.

Albiol fue abucheado en su paseo por el centro de la ciudad, en donde acostumbra a tener menos apoyos, y los partidos de la oposición municipal celebraron una ofrenda floral alternativa.

El acto más multitudinario, con 5.000 personas en el parque de la Ciutadella, se inició con una ceremonia que duró casi una hora y que combinó la lectura de poemas y textos con la interpretación de canciones y danzas. También se homenajeó a Heribert Barrera, recientemente fallecido, ex dirigente de ERC y primer presidente del Parlament tras el franquismo. También hubo un recuerdo para las víctimas del 11-S.

Desde la tribuna de autoridades, presidieron el acto Artur Mas y la presidenta del Parlamento catalán, Núria de Gispert.

Esta vez, la Diada venía muy marcada por la polémica generada por la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña de cuestionar el modelo de inmersión lingüística.

En una ronda de declaraciones de los líderes catalanes, el presidente de la Generalitat afirmó que su anunciada "transición nacional catalana" hacia mayores cotas de soberanía está en marcha, acelerada gracias a los "ataques" a la lengua y el autogobierno.

Por parte del PSC, la ministra Carme Chacón y el presidente del partido en el Parlament, Joaquim Nadal, subrayaron que el futuro de Cataluña pasa por tener presentes a las personas "que lo pasan mal" por la crisis y "superarla entre todos".

La presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, defendió al alcalde de Badalona por anular los actos institucionales de la Diada y eludió polemizar sobre la inmersión lingüística.

Un grupo de encapuchados irrumpió en la manifestación independentista de Barcelona que se celebró por la tarde y quemó una bandera española.

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