El portavoz de IU en el Congreso, Gaspar Llamazares, ha asegurado que durante la votación de la reforma constitucional su cuerpo se quedó en el hemiciclo para poder vetar las transacciones del PSOE y PP, aunque su "espíritu" estaba fuera con sus compañeros de ERC, BNG, NaBai e ICV.

Los diputados de estos grupos, junto a Llamazares, habían anunciado que se ausentarían del pleno cuando se votara la propuesta de reforma de la Carta Magna en señal de su desacuerdo con la misma pero, finalmente, el parlamentario de IU se quedó sentado en su escaño. La razón, tal y como ha explicado en su perfil de Twitter, era poder vetar la tramitación de las enmiendas transaccionales presentadas a última hora por PSOE y PP para acercar a CiU al acuerdo. Llamazares avisó en Twitter de lo que iba a hacer y después de cumplirlo escribió: "Me he ido en espíritu con mis compañeros, y he dejado mi cuerpo para vetar las transacciones de PPSOE y CIU en justa correspondencia".

Llamazares también ha anunciado que su partido acudirá al Tribunal Constitucional para pedir la paralización de las actuaciones contenidas en la reforma. El parlamentario de IU ha calificado la reforma como "un golpe de mercado a la Constitución" y ha considerado que "un trámite sumario de 48 horas, sin debate y con veto al referéndum, no podía terminar en pasteleo oscuro". Se trata, ha dicho, "de mantener la dignidad del Parlamento, burlado por un tramite fraudulento, y la de parlamentario que no es oveja". Además, ha recordado que si hay cambios en el Senado para negociar con CiU, se alargará el debate, ya que el texto debería volver al Congreso para su aprobación definitiva, con lo que se prolongarían los plazos previstos y habría "más tiempo para la reflexión". Ello permitirá asimismo, según Llamazares, "más tiempo para la reflexión y más firmas de diputados al referéndum".