Juan Carlos Aragón ha vuelto a llenar el teatro. Sin un sitio libre, todo el mundo esperaba expectante que se alzara el telón y aparecieran sobre las tablas 'Los príncipes'. El autor que más pasiones levanta, mientras, pasaba los últimos momentos con su grupo antes de que ellos entrasen al escenario y él, se siente en un palco. "Esos años de verlo entre bambalinas pasaron a la historia, yo me salgo ahí fuera". Pero antes, unas preguntas.

¿Cómo ves el grupo este año?

Lo veo mucho mejor que el año pasado, porque la base es la misma y la incorporación de Arturo le ha dado un punto de calidad extraordinario, además ha encajado perfectamente con el tipo de repertorio que llevamos. El grupo se nota ya que está rodado, han hecho un trabajo magistral porque ha sido dificilísima la interpretación de algunas partes del repertorio. Eran muy caprichosas, muy mías y conseguir que lo hagan quince a la vez ha costado más trabajo que ningún año. Por ejemplo, es el pasodoble más complicado de cantar que he traído nunca, y eso creo que no se va a notar de lo bien que lo han hecho. Estoy contentísimo con el grupo.

Puede ser la vez que menos movimientos ha habido...

Prácticamente ninguno. Ha habido alguno de quita y pon, pero que tal como han entrado, han salido. Y, al fin y al cabo, lo que se ha conseguido es que permanezca la base del año pasado, pero con la incorporación de Arturo y la de 'el Canica', que es nuestro postulante y colaborador mío, además de otras muchas cosas. De ése si que no me separo nunca, cambie de lo que cambie, donde yo vaya viene él y viceversa. Y al final es el número quince, y además canta bastante bien.

Este año te gusta más, pero... ¿'Las noches de bohemia' quedaron en el lugar que les correspondía?

No, claro que no. Eso lo creyó el jurado, y no todo. Había gente en el jurado que tampoco lo creía, pero hubo fuerzas mayores y nada más que queda aceptarlo y joderse.

Y, aparte del grupo, ¿también estás más satisfecho con tu trabajo esta vez?

Con mi trabajo estoy igual de contento, quizá este año me haya divertido mucho más, por las características del tipo. Y de lo que sí estoy más contento es del resultado final, porque esto no es sólo mi trabajo, es el del grupo. Ajustar el repertorio al tipo requería mucho trabajo, y ha salido bien.

¿Cómo se han portado las musas este año?

Creo que han estado especialmente generosas, porque además han tenido mucho trabajo, entre la comparsa y la chirigota. Se han portado bastante bien, pero que conste que yo también he sido bueno con ellas.

¿Sigues afrontando con las mismas ganas esto de sacar una agrupación?

Por supuesto, si no, no podría. Esto, o vas cobrando más ganas y más fuerza por años, o si no te hundes y te quemas.

¿Después de cuántos años?

Con este Carnaval creo que veintitrés, y agrupaciones cerca de cuarenta.

Y de retirada, ni hablamos...

Ahora mismo no, me encuentro muy joven y muy fuerte y con muchas ganas y energía, y considero que no tiene sentido que me plantee una retirada.

¿Y después de tantos años también sigues sintiendo nervios cuando tus chicos suben al escenario?

Sí, si te dijera que no sería un pedante. Soy chulo, pero no tanto. Claro que me pongo nervioso.

Hoy subirán de príncipes, pero ¿qué tipo de príncipes? 

Son los príncipes del mal, un demonio muy terrenal, fuera de cuestiones de tipo metafísico o religioso, un demonio que vive con nosotros.

Un vistazo general a la modalidad, ¿cómo la ves?

Muy bien, porque está entrando sangre fresca y esto obliga a todo el mundo a renovarse. A mí personalmente no, porque siempre me he obligado a mí mismo a ir renovándome y reciclándome cada año, porque aquí si te estancas, te mueres. Pero ahora en comparsa, tal y como están las cosas, o te pones las pilas o pierdes comba y te quedas fuera. Y no de la Final, sino de la modalidad.