Antwone López, Autor del libro 'El Rey de Internet'

"El pudor 'on line' no existe"

"El pudor 'on line' no existe"

"El pudor 'on line' no existe"

-¿Quién es el Rey de Internet?

-El primer humano virtual, es una manera de explicar todo lo que está ocurriendo con la red. Con El Rey de Internet he creado ese entorno donde se mezcla el mundo real, el virtual y el de la información. Es el icono del humanismo virtual.

-Si internet fuese un reino, ¿qué monarca español estaría al frente de esa corona?

-Me inspiré mucho en Alfonso X. Él representaba unos valores y tenía unas ideas bastante globales para la época. Incidía mucho en la cultura y el conocimiento, así que podría ser un buen candidato.

-Acostumbrados a su existencia, ¿nos hemos olvidado de cómo era la vida antes de internet y lo hemos colocado en un lugar demasiado privilegiado?

-Llegar a un invento así da un poco de miedo. Al hombre primitivo le pasó igual con el fuego, al principio se asustó y luego descubrió sus utilidades. Ahora nos hemos refugiado demasiado en nuestra parte virtual y quizás se nos han olvidado otro tipo de cosas. En mis ponencias siempre digo a los asistentes que deberían colocarse una cámara y grabarse cuando están chateando para ver las caras que ponen. De repente estamos conectados con un montón de emociones que sólo vivimos nosotros mismos a través de una pantalla. Eso puede tener aspectos positivos a la hora de relacionarse.

-¿No consigue eso justo el efecto contrario?

-Es muy habitual encontrarse con situaciones en las que un grupo habla a través del teléfono y no con el que tiene al lado. Pero es que la pantalla es nuestro sistema de protección. Cuando quieres desconectar de manera radical, con ella puedes hacerlo. En la vida real no puedes cortar en seco. El pudor on line no existe. Por eso en la novela desarrollo varias tramas en las que hablo del origen de internet y de que no estamos utilizándolo al 100%. Hay que conocer el medio y no quedarse en la parte más cómoda.

-Influencers, ¿han venido para quedarse?

-Creo que incluso hasta saldrán profesiones nuevas. Al fin y al cabo se repite lo mismo de siempre. Cuando tienes un medio de comunicación para expresarte y conectas con la gente lo aprovechas. Depende de la herramienta que uses y de las marcas, claro, que utilizan este tipo de marketing para publicitarse. Éstas son las que mejor utilizan internet y se están haciendo ricas a nuestra costa. En cuanto a las profesiones, se quedarán las que se tengan que quedar porque una persona influyente lo es, ya sea Premio Nobel o youtuber.

-¿Hacia qué modelo de sociedad que cree que conduce internet?

-Se puede establecer una analogía con la Revolución Industrial porque las consecuencias y los efectos que provoca son los mismos: el paro. Las nuevas generaciones tienen que conocer muy bien la historia de internet y ser arriesgados con conocimiento y consciencia. Su sociedad será el resultado de lo que hayan hecho ahora. Tal vez vayamos hacia una sociedad más multidisciplinar, con profesiones muy versátiles y en continuo reciclaje. Lo negativo es que ahora estamos hipercomunicados y que mientras más sabemos más olvidamos.

-Asegura abogar por el humanismo virtual, ¿qué cree que pensaría un humanista del Renacimiento si viajase en el tiempo y conociese su movimiento?

-Ésa es la clave de la novela. El Rey de Internet representa ese renacentista que todo el mundo tiene dentro. Al fin y al cabo la pregunta del millón sigue siendo la misma: ¿quién soy, de dónde vengo y a dónde voy?

-Es responsable de Ángeles de la música, una incubadora de startups, ¿cómo le explico eso a mi madre?

-El problema es la terminología anglosajona, que se ha instaurado y nadie la traduce. Yo trabajo con la propiedad intelectual y la diferencia con otro tipo de industrias musicales más antiguas es que aquí se hace todo con mucho más mínimo, de ahí lo de incubadora. Los artistas y las compañías tienen una relación un poco feudal, nosotros intentamos que sea una relación horizontal y complementaria.

-En su etapa profesional en Silicon Valley su multidisciplinaridad fue clave. ¿Se equivocaban las abuelas con lo de quien mucho abarca, poco aprieta?

-Es un mito. Te puedes especializar pero al final te vas a tener que reciclar. Todo lo que sabes va sumando y te aporta muchos ángulos para una sola visión. Lo fundamental es crecer como persona y eso te lo da la experiencia. En Silicon Valley me sentí comprendido desde el primer momento, valoran mucho que seas capaz de hacer muchas cosas.

-El protagonista del libro encuentra una tablet en casa de su abuela gracias a la que descubre la historia de internet. Si tuviera que dejar una cápsula del tiempo para que en un futuro supieran qué es internet, ¿qué dejaría?

-Cuando escribí El Rey de Internet lo hice con esa intención, que fuera mi cápsula del tiempo. Si alguna vez piden un carné de navegante para circular por la red, aquí hay algunas pautas.

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