Juan Cano Bueso, Presidente del Consejo Consultivo de Andalucía

"La política ha estado ausente en la crisis de Cataluña"

"La política ha estado ausente en la crisis  de Cataluña"

"La política ha estado ausente en la crisis de Cataluña"

-El Derecho internacional sólo contempla el derecho a decidir en caso de colonialismo o represión. ¿Los nacionalistas moldean las leyes como plastilina?

-El derecho a decidir se introduce por primera vez en España con el plan Ibarretxe y de ahí lo cogen los catalanes. En realidad es el derecho de autodeterminación disfrazado y sin soporte en el Derecho internacional ni en el nacional.

-En la era de internet, en la que muchos forjan su opinión sobre Cataluña con un tuit o un comentario de Facebook, ¿cuáles son los tópicos más sangrantes de esa arcadia feliz de la que hablan los nacionalistas?

-Probablemente, eso de que Cataluña fue durante mil años un Estado independiente. Eso no ha sucedido nunca, aunque la personalidad jurídica, política e histórica de Cataluña está fuera de toda duda, igual que está fuera de toda duda que nunca fueron independientes, acaso una semana, pero tras la guerra de los segadores fueron absorbidos por Luis XIII e integrados en la Corona de Francia, donde permanecieron 12 años.

-Y respecto al nacionalismo españolista, ¿cuál es la barbaridad más aceptada como verdad?

-El tópico de que las cuestiones políticas se solucionan con el Estado de Derecho. No, sirve para que una comunidad política sujete sus comportamientos a la ley. Pero no sirve para solucionar conflictos de esta magnitud. El gran ausente en el campo del españolismo ha sido la política y la creencia de que el Derecho puede solucionar todos los problemas.

-En su libro afirma que el Gobierno se parapeta en el Tribunal Constitucional. ¿Falta determinación política?

-Tanto es así que se ha producido una reforma del Tribunal Constitucional que lo ha desnaturalizado porque el Gobierno le ha traspasado poderes gubernativos y ejecutivos para que ejecute sus propias sentencias. De esta manera el Gobierno se ha evadido del conflicto y lo ha judicializado.

-Los políticos llevan años intentando definir Cataluña para que encaje en su discurso. Usted apuesta por definirla como una comunidad política.

-Es una forma de deflactar el término nación, ya que la Constitución vigente habla de una única nación, la española. Es evidente que, si nos atenemos a los cánones de la ciencia política y el Derecho Constitucional, Cataluña tiene los ingredientes de una comunidad política porque se trata de un territorio concreto, con una población que comparte una lengua, unas costumbres y que tiene el elemento subjetivo de que sus habitantes se sienten distintos a los pueblos que le circundan.

-¿Los independentistas aspiran a vivir en el independentismo?

-Es una afirmación psicológica en un mundo real e interdependiente.

-Pero muchos analistas inciden en que el independentismo se ha convertido en un estado mental.

-Al fin y al cabo esto es como el individualismo, lo que tiene un gran trascendencia personal interna, pero de cara al exterior la necesidad de relacionarte con los demás es el modo de funcionar en un mundo globalizado.

-¿En qué se diferencia un proyecto federal del actual Estado de las Autonomías?

-Al Estado federal se puede llegar por un proceso de integración, como en EEUU, o bien a través de una descentralización interior en la que, como ha sucedido en España o en Canadá, un poder central se va descentralizando hasta que se produce un mayor nivel de autogobierno que está protegido por la Constitución y funciona de manera armónica.

-Muchos ponen el origen del conflicto catalán en que se ha inoculado el independentismo en las escuelas. ¿Dónde lo pone usted?

-Como jurista, lo pongo en la Historia. Cataluña en 1640 y en 1714 padeció invasiones castellanas y en este último caso fueron suprimidos sus fueros y derechos. Si estamos hablando del proceso actual, hay cierta convención en reconocer que el origen está en la sentencia del Tribunal Constitucional que anuló algunos aspectos del Estatuto de Cataluña.

-En resumen, sitúa el origen en el recurso de inconstitucionalidad que interpuso el PP contra el Estatuto y acaba con el mismo partido parapetado tras el Tribunal Constitucional.

-Es inconcebible que el Gobierno no haya tomado la iniciativa y haya mirado para otro lado con la cantidad de argumentos que hay a favor de la permanencia de Cataluña en el Estado español.

-¿Tiene más que ver con la identidad catalana el empresario que vela por sus intereses y se lleva sus empresas de Cataluña que el que enarbola una estelada?

-Seguro porque, puestos a hacer país, un gran empresario ha hecho mucho más por su patria que un agitador callejero.

-¿Cómo debe ser la reforma constitucional que antes o después vendrá?

-El futuro es el diálogo en la negociación, aunque nunca con la independencia sobre la mesa. Y un acuerdo final que debe estar fundamentado en una constitución federal que trate desigual a los desiguales y unifique los elementos que dan cohesión al sistema. El federalismo que surja debe ser poco homogéneo, lo que no significa desigual.

-Y una pregunta que atormenta a los seguidores del Barça. ¿Podría jugar en la liga francesa?

-Ahora no, pero si fuera un Estado distinto, claro que podría negociar para jugar en Francia.

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